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La Caixa culmina su salida de Cataluña al trasladar la Fundación Bancaria a Palma

Es el mayor accionista de CaixaBank, con el 40% del capital a través del holding industrial Criteria, que también se va a Baleares

Íñigo de Barrón
La hasta ahora sede de Caixabank, en la Avenida Diagonal número 621 de Barcelona
La hasta ahora sede de Caixabank, en la Avenida Diagonal número 621 de BarcelonaLuis Sevillano

Continúan los cambios de sede en el entramado accionarial de la antigua Caixa. El holding industrial Criteria Caixa, sociedad participada al 100% por la Fundación Bancaria “la Caixa”, ha comunicado que el Patronato de la Fundación, "en su condición de accionista único de CriteriaCaixa, en su reunión celebrada ayer, día 6 de octubre de 2017, ha acordado, para mantener los intereses y la operativa normal de la entidad, y en tanto se mantenga la actual situación en Cataluña, el traslado del domicilio social a la Plaza Weyler, 3, de Palma de Mallorca". Esta decisión, incluye también desplazar la sede de CriteriaCaixa a Palma, aclaró la Fundación.

Por otro lado, el consejo de CaixaBank se ha vuelto a reunir esta mañana y ha informado de que "ha decidido, por unanimidad y en la sesión celebrada hoy, trasladar el domicilio social a la calle Pintor Sorolla, 2-4, de Valencia, dando nueva redacción al apartado 1 del artículo 4 de los Estatutos Sociales". El banco ha utilizado el decreto aprobado ayer por el Gobierno y publicado esta mañana en el BOE.

El acuerdo de CaixaBank supone un trámite legal porque en el consejo celebrado el viernes pasado no se podía cambiar el artículo 4 de los estatutos ya que no existía el decreto del Gobierno. Esta mañana lo han hecho y han oficializado la marcha de Barcelona a Valencia.

Sin embargo, el comunicado de la Fundación Bancaria La Caixa, presidida por Isidro Fainé, es relevante. En primer lugar, la entidad que controla el banco con el 40% de las acciones, dice que traslada su sede a Palma, no a Valencia. La ciudad balear era el destino escogido inicialmente para CaixaBank, según fuentes de la entidad, pero finalmente la oposición de parte del consejo, argumentando que no sería bien visto por algunos clientes y accionistas, hizo que el banco acabara con sede social en Valencia.

Hay un segundo aspecto relevante. La Fundación Bancaria afirma que abandona Barcelona "en tanto se mantenga la actual situación en Cataluña", es decir, que concede la posibilidad de regresar, por lo que se puede considerar un movimiento temporal. La escasa dependencia de los mercados internacionales le permite a la Fundación realizar una mudanza más suave, menos traumática. No obstante, también sale de Cataluña porque si llegara una hipotética declaración unilateral de independencia, a los grandes fondos internacionales que tienen alrededor del 32% del capital del banco les podía inquietar que el primer accionista quedara en un limbo jurídico catalán. La excepcionalidad de esta situación provocará que, por primera vez, la Fundación y su banco tengan las sedes sociales en ciudades diferentes.

"Esta decisión no implica traslado de personas ni de centros o servicios corporativos", afirma la Fundación en una nota, y recuerda que "gestiona de forma directa la obra social, que se financia con los dividendos obtenidos de CriteriaCaixa. En 2017, la entidad está invirtiendo 510 millones de euros en el impulso de programas sociales, educativos, culturales y de investigación, dirigidos a ofrecer más oportunidades a las personas que más lo necesitan y a promover el bienestar y el desarrollo de la sociedad. Anualmente promueve más de 50.000 iniciativas, de las que se benefician cerca de 10,5 millones de personas".

CriteriaCaixa, a su vez, se nutre de los dividendos que recibe a partir de la gestión activa de una cartera compuesta por participaciones accionariales en sectores estratégicos, tales como el bancario, energético, las infraestructuras, los servicios y el negocio inmobiliario.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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