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Yellen: “Hay gente rompiendo la hucha para llegar a fin de mes”

La Reserva Federal publica la transcripción de las reuniones celebradas en 2009, cuando Wall Street tocó fondo

Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal.
Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal.MARK WILSON (AFP)

La Reserva Federal ha publicado la transcripción de las discusiones que los miembros tuvieron en las reuniones celebradas en 2009. En la primavera de ese año Wall Street tocó fondo tras el derrumbe que siguió a la quiebra de Lehman Brothers y los dirigentes políticos, incluido el presidente estadounidense Barack Obama, hablaban de “brotes verdes” en la economía, anticipando una recuperación que sin embargo tardó unos años más en llegar.

El intercambio de opiniones en el seno del comité de mercado abierto muestra a una Janet Yellen muy pesimista al valorar la coyuntura. La actual presidenta del banco central de EE UU, que en ese momento estaba al frente de la Fed de San Francisco, expresó su profunda preocupación en pasajes tan reveladores como este: “Otro signo perturbador de lo mal que están las cosas es que hay gente que está rompiendo sus huchas para llegar a final de mes”.

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Tal afirmación la hizo en marzo, cuando los colosos Bank of America y Citigroup estaban siendo rescatados, se temía por el futuro del conglomerado General Electric y el mercado inmobiliario seguía en barrena. Para hacer esta afirmación se apoyó en el incremento de golpe de las monedas que estaban en circulación, que entraban en masa en las arcas de la Fed. El inventario de monedas de 25 centavos subió más de un 50% cuando se comparaba con finales de 2007.

Era un detalle que contrastaba con las previsiones más optimistas que circulaban en ese momento y que anticipaban una recuperación rápida, con forma de "V", similar a la que siguió a las recesiones del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Yellen, de hecho, llegó a decir en esa reunión de marzo que su “gran miedo” era que no se lograra tener ni siquiera una modesta recuperación en "U". Y dio tres motivos para justificar su pesimismo, compartido por otros.

Primero, aludió a la naturaleza global de la recesión y a la caída de la demanda exterior. Segundo, mencionó la tímida mejora en las condiciones del crédito pese a la batería de estímulos movilizada. Y tercero, hizo referencia al daño que sufrió el patrimonio de las familias. En los tres casos trazó paralelos con crisis como la Gran Depresión o la que sufrió Japón en los años 1990. El tiempo acabó dándole la razón y puso en cuestión todas las proyecciones que se hacían en la Fed.

Cuestión de supervivencia

Janet Yellen explicó meses después, en diciembre, que las compañías seguían teniendo planes de despido en lugar de realizar contratos, porque la demanda que esperaban del lado del consumo no terminaba de tomar cuerpo con la lenta recuperación. "Los negocios siguen traumatizados", señaló, a la vez que indicó que los empresarios estaban haciendo planes a seis meses vista como mucho. "La incertidumbre es muy alta. Se concentran en asegurar su supervivencia", remató.

La mayor economía del mundo se contrajo un 2,8% ese año 2009 y aún no ha sido capaz de crecer más de un 2,5%, medio punto por debajo del potencial. La tasa de paro llegó al 10% y se mantuvo por encima del 9% hasta otoño de 2011. Era también el año en el que estaba tomando forma el experimento de la compra masiva de deuda diseñado por Ben Bernanke, que no se desmanteló hasta final de 2014 tras realizar tres rondas de rebaja de tipos por la vía cuantitativa.

El entonces presidente de la Fed estaba convencido de que su plan, al final, tendría éxito aunque entre bastidores era evidente de que los miembros no estaban tan convencidos de sus beneficios para la economía real. “No disponemos de una base histórica para todas las cosas con las que estamos lidiando”, admitió. El banco central tiene ahora activos por valor de 4,5 billones de dólares en balance, una estructura que ahora toca desmontar a Janet Yellen.

Para finales de 2009, el ambiente en el seno de la Fed era algo más optimista. Yellen seguía mostrándose algo preocupada, aunque ya hablaba internamente de la posibilidad de que la primera subida de tipos de interés llegara a lo largo de 2012, o incluso antes. Pero seis años después de que Wall Street tocara fondo, el precio del dinero sigue estancado al 0% y algunos miembros, como Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, dice que no hay que ir con prisas.

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