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Televisa y Slim piden el amparo ante la ley que limita su poder

Los gigantes recurren en los tribunales a la decisión del regulador mexicano de restingirlos para fomentar la competencia en el área de las telecomunicaciones

Pablo de Llano Neira

Televisa, la compañía de televisión más grande de México, propiedad de Emilio Azcárraga, ha seguido los pasos del magnate mexicano Carlos Slim al presentar una demanda de amparo contra la decisión de las autoridades reguladoras de su país de limitar su poder en el sector de las telecomunicaciones. El pasado siete de marzo el Instituto Federal de Telecomunicaciones declaró a Televisa empresa preponderante (que tienen un control excesivo de este mercado e implica que deben ajustarse a las decisiones que tomen las autoridades para abrir la competencia) en el sector de la radiodifusión. América Móvil y otras empresas de Carlos Slim también recibieron esta categoría en el sector de las telecomunicaciones. 

En comunicados separados enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) Inbursa y Carso argumentan que no operan en el sector de las telecomunicaciones y que por eso no se les puede declarar preponderantes en ese campo. El siete de marzo el Instituto Federal de Telecomunicaciones tomó la decisión de incluirlos bajo ese concepto por ser "grupos de interés económico" relacionados con América Móvil, la compañía de Slim que predomina en el mercado de telefonía e Internet.

Horas después de que se conoció la noticia, un magistrado de un tribunal especializado en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones señaló que Televisa había emprendido una acción judicial parecida. "La información que tenemos es que ya hay una demanda de amparo con relación a la preponderancia" de Televisa, señaló el Jean Claude Tron. 

La repercusión de las peticiones de amprado de las empresas todavía es incierta, dado que la reforma constitucional que se hizo en 2013 para desarrollar la nueva Ley de Telecomunicaciones (cuyas leyes secundarias todavía no están aprobadas por el Congreso) ha cambiado el efecto de los recursos: hasta ahora, estos servían para congelar las sanciones de la autoridad reguladora, pero con los cambios constitucionales estas decisiones no se suspenderán de inmediato tras los amparos sino que seguirán vigentes hasta que la justicia resuelva la petición de amparo.

"Durante muchos años los amparos fueron una manera de entorpecer las decisiones del regulador en telecomunicaciones", explica el académico Raúl Trejo Delarbre, expresidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información. En su opinión, la declaración de preponderancia que hizo el Instituto Federal de Telecomunicaciones es "muy ajustada al marco de la reforma" y considera que los amparos presentados no tienen visos de prosperar.

De momento, la decisión más contundente del Instituto Federal ha sido exigir a Telcel y a Telmex, compañías integradas en América Móvil, que comparta su infraestructura con sus competidores. La apertura del sector de las telecomunicaciones supone, en principio, una oportunidad para que esa clase de servicios progresen en México, que ocupa el último lugar en rapidez de internet entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

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