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JÜERGEN FITSCHEN Y ANSHU JAIN | Futuros copresidentes del Deutsche Bank | nombres propios

Un banco, dos presidentes

Para compensar la salida de su actual presidente ejecutivo, Josef Ackermann, el banco alemán Deutsche Bank no encontró uno, sino dos sustitutos. A partir de la junta general de accionistas de 2012, cuando Ackermann abandonará oficialmente su cargo después de 10 años al mando, el número uno de la entidad será compartido por Jüergen Fitschen y Anshu Jain, en la actualidad miembros del consejo de administración del banco.

A primera vista, el ascenso de Jain, de 48 años, parece inusual: es un ejecutivo de origen indio que apenas sabe hablar alemán y que carece de contactos políticos y económicos en el país. El alza de Jain se justifica, sin embargo, por su exitosa trayectoria en la entidad. Actualmente dirige la división de banca de inversión, que en el último año generó el 73% de los ingresos del banco, que llegaron a 28.600 millones de euros.

Jain compartirá el poder con Jüergen Fitschen, de 62 años, un ejecutivo alemán que está en el Deutsche desde 1987. Actual director del banco en Alemania, Fitschen será el rostro conocido de la entidad en el mercado, ya que tiene experiencia como banquero y contactos en el mundo financiero del país.

No se sabe cuánto tiempo se mantendrá el modelo de presidencia compartida en el Deutsche Bank, pero parece que se trata de un periodo de transición hasta que Jain gane la confianza del mercado alemán y pueda asumir el mandato en solitario. La hipótesis ha surgido porque el contrato de Fitschen será ampliable por tres años, mientras que el contrato de Jain se prorrogará por cinco, hasta 2017.

El tándem tomará las riendas a partir de 2012, pero los cambios en la cúpula del Deutsche Bank ya están generando polémicas. La primera es que, como recordaba la prensa alemana, la decisión de compartir la presidencia violaría la Ley de Empresas Públicas, que determina que el consejo de administración tiene que elegir un único miembro para ejercer el liderazgo. La otra es la propuesta del banco de pasar a Ackermann directamente a la presidencia del Consejo de Supervisión, un punto que el mercado cree que incurre en un conflicto de intereses. Críticas al margen, los copresidentes tendrán el reto de asumir las decisiones del mayor banco alemán y primero de la zona euro mientras Europa intenta recuperarse de la crisis financiera y de deuda soberana. -

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