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La movilización languidece en la plaza de Catalunya

Duran asegura que él no habría ido en helicóptero al Parlament

El consejero de Interior, Felip Puig, lanzó ayer un aviso a navegantes. "La ocupación de la plaza de Catalunya no se puede permitir por más tiempo", dijo en una entrevista en Los desayunos de TVE. "Incluso las asambleas del movimiento del 15-M determinaron que se debía abandonar la ocupación", defendió. A su entender, "no se pueden perpetuar" la treintena de tiendas de campaña, toldos y comisiones que resisten en la plaza.

Con la resaca de la masiva manifestación en Barcelona (98.000 personas, según cálculos de este diario), Puig admitió ayer que "la convocatoria desbordó todas las previsiones". Y celebró que "se produjese por los caminos democráticos". El titular de Interior arremetió días antes contra el colectivo del 15 de mayo por los insultos, empujones y zarandeos a diputados en la puerta del Parlament, e incluso les acusó veladamente de encubrir a una "guerrilla urbana". Puig aseguró ayer que están en "permanente estado de alerta y de previsión" ante lo que ocurra en las plazas que siguen ocupadas, pero atribuyó la responsabilidad a los Ayuntamientos. "Sería bueno que ellos mismos decidieran irse", se sumó el alcalde electo de Barcelona, Xavier Trias (CiU).

Puig: "La ocupación de la plaza no se puede permitir más tiempo"

A pesar de las advertencias de la Generalitat y del Ayuntamiento, el sector disidente del movimiento del 15-M no parece dispuesto a abandonar el lugar. "Después de las manifestaciones de ayer se nos ha unido mucha más gente", esgrimió Borja, de 26 años, miembro de la comisión de limpieza de la plaza de Catalunya, en referencia a los estudiantes que han terminado ya sus clases, informa Gorka Pérez."Nos dicen que no habían podido venir antes, pero que ahora contemos con ellos", añadió.

La masiva manifestación del domingo hizo reaccionar al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ayer mostró cierta comprensión hacia los indignados. "Tienen la sensación de que no han creado los problemas y, en cambio, los están padeciendo", dijo Mas, dispuesto a "recibir las bofetadas" de los críticos. Un sentimiento de rechazo "muy legítimo y humano" para el que no existen "ni atajos ni soluciones mágicas", según el presidente.

Menos tolerante se mostró el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. Duran emplazó al Ayuntamiento a desalojar cuanto antes a los acampados y aseguró que el colectivo de indignados "pretende deslegitimar el sistema parlamentario". El democristiano manifestó que la Generalitat, para dar respuesta a los problemas de los indignados, debe acometer los recortes recogidos en los presupuestos de este año. "Desde Cataluña poco podemos hacer: solo ordenar las cuentas", dijo Duran. En una entrevista en TV-3, deslizó un reproche hacia Puig y Mas al señalar que él no habría optado por ir al Parlament en helicóptero: "Me dan un miedo tremendo", añadió sonriendo.

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El resto de los partidos -excepto el PP, que aprovechó para cargar contra Rodríguez Zapatero- lanzaron guiños al movimiento de los indignados. La Joventut Socialista de Catalunya (JSC) pidió al PSC que declare "gran causa nacional" la situación de los jóvenes. Joan Herrera, líder de Iniciativa, apostó por impulsar reformas políticas que permitan a la ciudadanía convocar referendos vinculantes. ERC se apuntó también a las medidas que piden los indignados y destacó, mediante su portavoz Ignasi Llorente, la "vigencia" del movimiento, informa Ivanna Vallespín.

CARLES RIBAS

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