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De Miguel vuelve de técnico informático a IKT

Alfredo de Miguel, exdiputado foral de Álava y principal imputado en un caso judicial de presunta corrupción en este territorio, se incorporó el pasado martes, 1 de marzo, a la empresa de ingeniería y consultoría IKT, en la que disponía de excedencia por su actividad política. Con su vuelta al trabajo en esta sociedad, ubicada en Arkaute (Álava) y creada por los servicios de Agricultura de las tres diputaciones forales y del Gobierno vasco, De Miguel pone fin a su largo período de baja por enfermedad, a la que se acogió el mismo día en que recuperó el empleo, en mayo del pasado año, varias semanas después de estallar el escándalo por su detención junto a otros socios de Kataia Consulting, entre ellos su mujer y otros miembros del PNV como Aitor Tellería, Koldo Otxandiano y Alfonso Arriola.

Según confirmó ayer EL PAÍS, De Miguel se ha incorporado a la plaza de técnico programador informático, la misma que dejó en 2001 cuando pidió la excedencia para iniciar su trabajo como gerente de varios Industrialdea en Álava.

Como ya adelantó este diario el pasado 29 de mayo de 2010, De Miguel disponía de dos excedencias forzosas en sendas empresas públicas. De un lado, el exdiputado foral había blindado su vuelta a la actividad profesional en Araiako Haraneko Industrialdea, dependiente de Sprilur, y, por otro, en IKT, también con societarios públicos. No obstante, en la primera de ellas no fue admitido, pero recibió una indemnización de 22.000 euros. En el caso de IKT, a la que ahora regresa en un puesto "de base", como admitió una fuente relacionada con esta sociedad, la excedencia fue concedida a De Miguel por el entonces gerente y amigo personal del hoy imputado, Luis Javier Tellería, también militante del PNV.

Durante su largo período de baja por enfermedad, De Miguel ha mantenido su propia agenda personal, en paralelo con la sucesión de diligencias en el largo proceso judicial que lleva, precisamente, su apellido. El exdiputado alavés no dudó, por ejemplo, en comparecer en la asamblea general de compromisarios de Caja Vital, donde se saludó con otros imputados y varios empresarios alaveses.

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