La libanesa Mona Hatoum gana el Premio Joan Miró
Caramelos con forma de granada, una alfombra de cables eléctricos que acaban en bombillas, un rallador gigante como tumbona, mapas de jabón... Elementos cotidianos subvertidos de la mano de una artista que combina con talento las referencias al reciente pasado de la historia del arte, en especial el minimalismo y el surrealismo, con una mirada política e irónica sobre la realidad. Así es el trabajo de Mona Hatoum (Beirut, 1952), la artista de origen palestino afincada en Londres desde 1975 que ha resultado ganadora del III Premio Joan Miró.
Este galardón, dotado con 70.000 euros, quiere poner el foco en artistas contemporáneos cuya trayectoria está ya consolidada y en sus anteriores ediciones fue concedido a Olafur Eliasson y Pipilotti Rist. Lo otorga la Fundación Miró de Barcelona en colaboración con la Obra Social de La Caixa, que ha asumido el compromiso que con este galardón tenía la absorbida Fundación Caixa Girona. El premio, cuya entrega se celebrará el 7 de abril, va acompañado de una exposición que se celebrará en la fundación barcelonesa en junio de 2012.
El jurado, integrado por Alfred Pacquement (director del Georges Pompidou), Vicente Todolí (exdirector de la Tate Modern), Paul Erik Tojner (director del museo de Arte Moderno de Louisiana) y Rosa Maria Malet, directora de la Fundación Miró, han decidido por unanimidad otorgar el premio a Mona Hatoum por considerar que la artista "ha sido pionera a la hora de vincular las prácticas artísticas a realidades no occidentales, mostrando las conexiones que se establecen entre la cultura occidental y los acontecimientos culturales y políticos transnacionales". Según la nota hecha pública ayer por la fundación, la artista declaró al conocer el fallo: "Leer la declaración del jurado fue una experiencia alentadora. Quiero expresar mi gratitud más sincera por sus elogios y por la valoración que han hecho de mi trabajo".
