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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La fiebre amarilla y Carlos J. Finlay

En su artículo El señor del Caribe del domingo 5 de septiembre, el admirado Vargas Llosa menciona que "solo en 1900, una comisión médica del Ejército norteamericano que ocupaba Cuba estableció una relación de causa-efecto entre el mosquito y la fiebre amarilla". La realidad es que bastantes años antes, en 1881, un médico cubano, Carlos J. Finlay, había ya propuesto que el mosquito era el transmisor de la fiebre amarilla. Sus trabajos fueron presentados en la Conferencia Sanitaria Internacional de ese año en Washington, y en la Academia de Ciencias Médicas de La Habana, pero su idea fue recibida con gran escepticismo, como a menudo sucede con las que van contra las corrientes de pensamiento establecidas.

Cuando los norteamericanos ocuparon Cuba, la delegación médica creada para luchar contra la fiebre amarilla fue recibida por Finlay quien informó detalladamente al doctor Walter Reed de sus trabajos. Aunque al principio era reticente a la idea, Reed repitió los experimentos de Finlay y demostró, usando humanos como sujetos de experimentación, que las ideas de Finlay eran acertadas y sus experimentos iniciales eran válidos.

Quizá sea interesante para Vargas Llosa saber que Finlay intentó sin éxito establecerse en Lima poco después de obtener su licenciatura en Medicina.

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