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Crónica:MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Turquía
Crónica
Texto informativo con interpretación

La ilusión se tambalea

Webber repite 'pole' y Alonso, 12º tras un fallo, se queja de las carencias de su Ferrari

Las expectativas eran tan grandes que se corre el riesgo de sufrir un desfallecimiento prematuro. El idilio entre Fernando Alonso y Ferrari prosigue con la firmeza de las primeras semanas. Sin embargo, la ilusión por ganar el título mundial en el año del debut comienza a tambalearse. No es que el piloto español haya cedido un milímetro en sus aspiraciones. Pero conoce la fórmula 1 y sabe que su equipo no puede perder ni un minuto si no quiere ver cómo se esfuman sus posibilidades de ser campeón. Tras seis carreras en las que las cosas no han ido como se esperaba, está a tres puntos de los Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber. Pero la casa Ferrari sigue sin ordenarse.

La constatación de este hecho llegó ayer en Estambul, donde Felipe Massa concluyó octavo y Alonso fue 12º, sin lograr siquiera pasar de la segunda tanda clasificatoria para el Gran Premio de Turquía. Las primeras filas las coparán Webber, Lewis Hamilton, Vettel y Jenson Button. Los dos Red Bull y los dos McLaren.

"He cometido un error, pero el coche no daba para más", asegura el español

Hace días que Alonso avisa de la incontestable superioridad de los Red Bull. Pero lo que nadie en Ferrari podía imaginarse es que sus bólidos quedaran incluso por detrás de McLaren, Renault y Mercedes. "En Barcelona, Red Bull nos sacaba nueve décimas de segundo; aquí, solo ocho", dijo Alonso; "es evidente que tenemos un problema de aerodinámica. Hemos pasado ya China, Barcelona y Montecarlo y el coche aún está sin desarrollarse. Los demás lo han aprovechado". Fue uno más de los mensajes que Alonso suele mandar como toque de alerta. Su equipo no puede dormirse. El asturiano sabe que no lo hace. Pero necesitan con urgencia un empujón que les acerque a los Red Bull y les coloque en lo alto de la parrilla, acorde al prestigio de la marca y al suyo propio.

La clasificación de ayer fue un duro golpe. El accidente que Alonso había sufrido en los últimos entrenamientos libres de Montecarlo había comprometido su carrera. Solo su calidad y el acierto en la estrategia le permitieron acabar sexto y salvar los muebles. En Turquía quería reivindicarse, salir desde una buena posición y dar guerra a los líderes. Cometió un leve error -se pasó de frenada- en su último intento en la Q2 que le impidió mejorar. Y en su última vuelta, ya con los neumáticos usados, no logró saltar el listón: "Ya sé que por la televisión se ha visto varias veces mi error. Pero ya iba una décima peor que en mi mejor tiempo. Tampoco me valía. Rodé tres intentos en 1m 27,5s. El problema es que el coche no daba para más".

Tampoco habría servido, según él, intentar salir antes en su último intento -apenas quedaban tres minutos para el final de la sesión- porque las condiciones de la pista eran peores. "Entre el principio y el final, el asfalto gana grip [agarre] y los tiempos bajan hasta cinco décimas", indicó; "no es el puesto que esperaba. Pero no firmo ningún resultado. Si no perdemos posiciones en la salida y acertamos en la estrategia, podremos sumar puntos".

La estrategia será a una parada. La cuestión es si, como en Montecarlo, la realizará en las primeras vueltas o hará una tanda más larga. La diferencia más sustancial es que allí la posibilidad de contar con la entrada del coche de seguridad era mucho mayor. En una carrera limpia, cambiar tan pronto tal vez no sea tan beneficioso.

Lo mejor para Alonso sería que los McLaren arrebataran la victoria a los Red Bull. Pero eso parece poco probable.

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