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Reportaje:

Del retrato a la escultura

El ilustrador Agustín Sciammarella expone en Alcalá de Henares 35 pinturas y otras tantas piezas modeladas en cerámica

El ilustrador Agustín Sciammarella (Buenos Aires, 1965), acostumbrado a la lid diaria en la prensa escrita con sus retratos de personajes de nombradía, afronta ahora un desafío doblemente incitador. En la sala alcalaína La Fábrica del Humor expone hasta el 28 de marzo 35 de sus obras gráficas innovadoramente recreadas en esculturas cerámicas por él modeladas.

Casi todos los grandes de la pintura universal, desde Diego Velázquez hasta Pablo Picasso o Francis Bacon, así como algunos escultores de la entidad de Henry Moore, dejan en esta exposición la impronta de su presencia en soportes pictóricos y escultóricos. Pero no sólo la de sus rostros: también afloran gestos, rictus y escorzos, con esa precisión delicada y erudita con la cual el artista argentino cincela sus retratos y logra convocar a quienes los contemplan a la reconstrucción de las personalidades que laten bajo sus trazos.

Las obras retan al observador a una mirada transformadora

Los retratos de Agustín Sciammarella se caracterizan, entre otros rasgos, por una torsión de las formas que, lejos de desvanecerse en vaporosas difuminaciones, induce una delicada metamorfosis del objeto laboriosamente tramada. Mediante esa tarea de ingeniería artística, de humana geometría, convierte las formas en volúmenes significantes. Sin dañar la personalización de los representados, los humaniza bajo un nuevo aspecto que demanda y compromete una mirada nueva capaz de recrearlos.

La actitud de Sciammarella, tal suerte de mediación, filtra un respeto hacia sus veedores y hacia sus retratados que agrega a su obra una elegancia añadida a la que, de manera natural, su oficio hace aflorar.

El personaje representado no muere tras pasar por el cedazo de su traza; su expresividad no acaba, no termina tampoco tras su moldura con barro por el artista sino que, por contra, se transforma en un turbión de preguntas y de significados nuevos que su veedor ha de aportar ante ofertas tan tentadoras de tan poderosos significantes.

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Al ser personas vinculadas al mundo del arte las aquí retratadas, sus vidas rezuman expresividad en todas sus manifestaciones, incluidas las gestuales, circunstancia que Sciammarella considera "una ventaja" que le ayuda a integrarlas en sendas representaciones plásticas.

Esta duplicación expresiva, pictórica y modélica, lejos de acarrear impactos reiterativos, diversifica la generación de nuevas percepciones estéticas y consigue que las pulsiones volumétricas contenidas en sus dibujos y pinturas sobre papel, cartulina o lienzo, ya liberadas de la bidimensionalidad gracias al modelado, adquieran plenitud y entereza.

En la historia de las artes plásticas se han dado pocos ejemplos de trasposición pictórica y escultórica simultánea como la que aquí el autor propone. Él evoca a Daumier, pero la oferta de Sciammarella cobra mayor alcance, por ir versada hacia una interpretación libérrima, espoleada por la infinitud del concepto.

Dibujos y esculturas de Agustín Sciammarella . Martes a domingo, de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Hasta 28 de marzo. La Fábrica del Humor. Nueva, 4. Alcalá de Henares.

Retrato de Francis Bacon, del ilustrador Agustín Sciammarella
Retrato de Francis Bacon, del ilustrador Agustín Sciammarella
Retrato de Francis Bacon, del ilustrador Agustín Sciammarella
Retrato de Francis Bacon, del ilustrador Agustín Sciammarella

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