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Reportaje:Empresas & sectores

Perfetti aguanta el palo de Chupa Chups

El grupo italiano ha inyectado 144 millones para enjugar pérdidas

A Chupa Chups no le salen las cuentas. O, mejor dicho, a sus dueños, la multinacional de la confitería italiana Perfetti van Melle. La empresa que hace más de medio siglo inventó el caramelo de palo acumula tres años de pérdidas. En 2008, los números rojos fueron de 5,8 millones de euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Se trata de una mejora considerable si se comparan con los resultados del ejercicio anterior, una auténtica sangría: pérdidas de 71,6 millones de euros.

Lo peor no es eso. Lo peor es que, según consta en las cuentas de 2008 auditadas por Deloitte, Chupa Chups acumula unas pérdidas de resultados anteriores de 111 millones de euros y un patrimonio negativo de 105,7 millones. Se aguanta por la aportación de Perfetti.

En 2008, las ventas nacionales de Chupa Chups bajaron un 14%
La firma confitera espera regresar al punto de equilibrio este año

Como consecuencia de la absorción, tras la compra de Chupa Chups a la familia Bernat en junio de 2006, y de las cuantiosas pérdidas de explotación registradas en 2008 (18,7 millones de euros), el gigante italiano (dueño de marcas como Mentos o Happydent) ha inyectado 144 millones de euros entre 2007 y 2008 "para restablecer la situación patrimonial" de Chupa Chups. Dos préstamos subordinados y participativos de 115 y 29 millones, respectivamente.

A la compañía catalana, que también produce Smint y los caramelos Cremosa, se le han juntado dos crisis: la suya particular y la que azota a todo el mundo. Ésta impactó en las cuentas de Chupa Chups durante la segunda mitad de 2008, explica la auditoría, lo que se tradujo en una caída de las ventas nacionales del 14%, que fue compensada en parte con un aumento de las exportaciones del 3%. Pero es que España representa el 40% del negocio de Chupa Chups. De los 131 millones que ingresó el año pasado (sólo un 2,5% menos que el ejercicio anterior), 49 millones son de España; 55,5, de la Unión Europea, y 26,5, del resto del mundo.

La empresa espera -según se desprende del informe de auditoria, puesto que la dirección ha declinado hacer declaraciones- una recuperación de las ventas locales en torno al 10% y el mantenimiento de las exportaciones. Esta circunstancia, junto a un nuevo enfoque comercial y a la culminación del traslado de la actividad a la nueva fábrica de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), "ayudará a mejorar el resultado de explotación acercándose al punto de equilibrio". A finales de 2007, la dirección se dio tres años para reflotar la sociedad.

La industria confitera no pasa por su momento más dulce en España. Junto a las pérdidas de Chupa Chups, en menos de medio año, Cadbury y Wrigley han cerrado sus fábricas de chicles en España. La primera cerró la de Trident en El Prat de Llobregat (Barcelona), con 170 personas. La segunda anunció el cerrojazo de su planta de Tarazona (Zaragoza), con 160 operarios, especializada en los chicles Boomer y Hubba Bubba y en el caramelo Solano, sólo cuatro años después de bajar la persiana en Alcarràs (Lleida) y trasladar la producción a Tarazona.

Cadbury, que mantiene su sede para el sur de Europa en Barcelona, lidera el mercado español de la confitería, según datos de AC Nielsen, con una cuota del 16%, seguida de Nestlé (13,4%), Wrigley (12%) y Ferrero (10,5%). Chupa Chups-Perfetti ocupa el quinto lugar, con un porcentaje del 5%.

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