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La Xunta dio vía libre a Jove en el consejo que aprobó el ERE de Caramelo

Xesgalicia se abstuvo en abril durante la votación que acordó 237 despidos

La Xunta ha hecho explícita su condición de juez y parte en la crisis de Caramelo. El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que desde la semana pasada tiene sobre la mesa la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, fue aprobado con la abstención del representante de Xesgalicia en el consejo de la empresa textil que decidió activar la extinción de contratos para un total de 237 trabajadores. Así lo confirman fuentes del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), dependiente de Economía y que controla las participaciones públicas en empresas.

La Xunta, que a través de la sociedad gestora de los fondos de capital riesgo Xesgalicia, es propietaria de un 7,5% de Caramelo y tiene un miembro en su máximo órgano de administración, dio así vía libre al máximo accionista de la compañía, el holding Inveravante de Manuel Jove, para presentar el despido colectivo que ahora tendrá que valorar y dictaminar Traballo.

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La callada por respuesta que dio la Xunta, es decir, su abstención en la votación del ERE, se produjo en el consejo de administración de la empresa textil celebrado los días previos al 17 de abril, cuando fue comunicado a los trabajadores. Un día después de anunciarse la decisión de la empresa era investido Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente de la Xunta. Por parte de la Administración gallega fue José Ramón Valladares, director de inversiones de Xesgalicia y consejero de Caramelo, quien decidió abstenerse. El ERE de la textil ya había sido valorado previamente en diversos consejos, en los que también estuvo como vocal el director de Xesgalicia, según confirman fuentes del entorno de la firma.

Desde el Igape no entran a valorar la crisis de Caramelo, a pesar de su condición de accionista minoritario, que se concreta a través de Sodiga Galicia SCR. El ERE que ahora está pendiente de la mediación y aprobación de la Consellería de Traballo forma parte de un plan de viabilidad más ambicioso para reestructurar la compañía.

En la crisis de la firma textil, el movimiento pendular de la Xunta, desde la neutralidad de Xesgalicia con la empresa a la buena voluntad de Traballo con la plantilla, se hizo visible hace quince días, cuando la conselleira Beatriz Mato aseguró que mirará "con lupa" la documentación del ERE. También advirtió que una vez analizada la información no le temblaría el pulso para autorizar o denegar los despidos.

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El Igape tampoco se pronuncia sobre las ayudas canalizadas desde la Xunta para apuntalar la viabilidad de Caramelo, que ascendieron a unos 11 millones a través de créditos participativos, que deben ser devueltos por la propia empresa, aunque con opción a convertirse en acciones, con lo que la Xunta ampliaría su presencia en la firma.

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