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Cambio en la Casa Blanca | Los derrotados

El equipo de McCain culpa a Sarah Palin de la derrota

El candidato apenas se hablaba al final con la gobernadora

Perdidas las elecciones, el juego de las acusaciones ha comenzado. Un grupo de asesores de John McCain ha filtrado a la prensa norteamericana una serie de anécdotas que describen a Sarah Palin como una candidata a vicepresidenta con las miras puestas en su vida política más allá de las elecciones del 4 de noviembre y con un afán de protagonismo que dejó atónito al círculo más cercano del senador por Arizona.

Según miembros del equipo de McCain, que han hablado con medios como The New York Times y Newsweek de forma anónima, el candidato republicano a la presidencia y la gobernadora de Alaska sólo se comunicaban muy de vez en cuando, limitando sus ocasionales conversaciones a movimientos estratégicos de la campaña. "Era una relación difícil", dijo uno de estos asesores al Times. "McCain sólo hablaba con ella ocasionalmente".

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Estos rumores, lanzados por personas cercanas a McCain que tratan de culpar a Palin de la derrota, retratan una profunda división entre el núcleo duro del senador, liderado por sus dos asesores más cercanos, Mark Salter y Steve Schmidt, y el equipo que se diseñó para Palin una vez fue elegida candidata a la vicepresidencia.

La frialdad de las relaciones entre McCain y Palin queda ilustrada por una anécdota de la misma noche electoral. Después de saberse que los republicanos habían perdido, Palin acudió al senador con un discurso en la mano, para preguntarle si podía dirigirse a la nación antes que él. Salter y Schmidt le dieron una rotunda negativa a Palin y le ordenaron que se quedara en segundo plano.

Otro asesor anónimo de McCain acusó a Palin de haber programado una conferencia telefónica con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sin avisar a su jefe. La llamada resultó ser una broma del comediante canadiense Marc-Antoine Audette. A su cuenta y riesgo, Palin aceptó hablar con Sarkozy y dijo que, tal vez, sería candidata a la presidencia "después de ocho años". El senador se enfureció al enterarse de que Palin cayó en esta trampa.

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A McCain se le ocultaron muchos detalles del comportamiento de Palin. Sabiendo que el senador es un hombre austero, sus asesores no le comunicaron el incidente de la factura de los vestidos que compró la gobernadora para su salto a la política nacional. En un principio, la página web Politico.com reveló que el precio de las prendas rondaba los 150.000 dólares (115.000 euros). Newsweek ha desvelado después que la cantidad era muy superior.

"Eran paletos de Wasilla [la localidad de Alaska en la que nació Palin], saqueando [los grandes almacenes] Neiman Marcus de costa a costa", dijo un asesor de McCain. Un miembro del Partido Republicano se ofreció a pagar la factura de Palin, considerando que el gasto no superaría los 20.000 dólares (15.000 euros). Nicole Wallace, que en el pasado fue asesora de comunicación de George W. Bush y que acabó siendo una de las asistentes más cercanas a Palin, le había dicho a la gobernadora que comprara tres vestidos para la convención y otros tres para la campaña. Pero Palin vistió a toda su familia en tiendas de lujo.

Palin se ha visto obligada a defenderse a través de sus portavoces. Una de sus personas de confianza, Meg Stapleton, dijo el jueves que la candidata contrató a un estilista y que le dio un cheque en blanco para "hacer que Palin pareciera muy presidencial". Presentando a Palin como una víctima, Stapleton añadió: "Ellos [los asesores de McCain] nos dijeron que le pasáramos la factura a la convención para que el coste quedara oculto".

El canal conservador Fox News reveló después de las elecciones que Palin demostró una falta total de conocimientos sobre política internacional en sus primeras reuniones con McCain. En una de ellas, dijo que África era un país y no supo enumerar a los integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (EE UU, Canadá y México). La portavoz de Palin achacó estos errores a la falta de costumbre de tomar parte en reuniones de alto nivel: "Ella sabe que es un continente. Fue un pequeño error humano, como cuando Obama dijo que hay 57 Estados. Nadie dudó de que Obama supiera que en total son 50".

Sarah Palin saluda a McCain la noche de la derrota electoral.
Sarah Palin saluda a McCain la noche de la derrota electoral.AFP

Los errores de la gobernadora

- Quiso dar su propio discurso de derrota antes de que hablara McCain.

- Compró ropa para toda la familia a cuenta del partido.

- No sabía que África era un continente.

- Sólo hablaba con McCain ocasionalmente.

- No supo enumerar los integrantes del TLC (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), Estados Unidos, Canadá y México.

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