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Termina una huelga de 23 días de los basureros del Gironès

Las calles de los 25 municipios del Gironès empiezan a volver a la normalidad después que los trabajadores del servicio de recogida selectiva de basuras desconvocaran la huelga que mantenían desde hacía 23 días. El paro quedó desconvocado el viernes tras un acuerdo en una reunión de 12 horas entre el Departamento de Trabajo, los trabajadores y las empresas implicadas (FCC, Sufi, Tirgi y Gestió Ambiental de Residus). De esta forma, también queda desconvocada la huelga de los empleados de las empresas del servicio de limpieza viaria y de recogida de todo tipo de desechos prevista a partir de hoy y que hubiera afectado además del Gironès, a cuatro municipios del Baix Empordà.

Las partes se han comprometido a crear una mesa negociadora y a fijar un calendario para la aprobación de un nuevo convenio en seis meses. Las empresas aceptaron cambiar los contratos de todos los empleados a indefinidos y abonar dos pagas a cada trabajador: 1.000 euros en bruto en concepto de retribución para el IPC de 2008 y otra de 1.000 euros a cuenta del convenio que se tiene que negociar. "Era lo que se reclamaba desde el principio y resulta incomprensible que hayan hecho falta 23 días de huelga para conseguirlo", criticó Xavier Vives, portavoz de CC OO.

Varios trabajadores se habían declarado en huelga de hambre

El paro, que no ha afectado ni a Girona ni a Sarrià de Ter, ha sido muy criticado por los vecinos ya que algunos escombros llegaban hasta la puerta de las casas y tenían verdaderas dificultades para entrar y salir. Y no sólo eso. El Departamento de Salud detectó tres focos de riesgo de salubridad en Salt, Llagostera y Bescanó. Estas localidades fueron limpiadas por una empresa contratada por el Consejo Comarcal del Gironès. Los empleados tuvieron que hacer la recogida con escolta policial. Algunos huelguistas se encadenaron al camión para impedir que prestara servicio porqué consideraron que se vulneraba su derecho a la huelga.

El Consejo Comarcal, en cambio, aseguró que se estaban incumpliendo los servicios mínimos y que actuó por razones de salud. Como protesta, seis trabajadores iniciaron hace ocho días una huelga de hambre ante el Ayuntamiento de Salt. Mientras, otros 15 trabajadores acamparon en Maçana de Salt. Un día unos vecinos molestos les entregaron una caja llena de escombros. El campamento se desmontó ayer después de que la asamblea ratificara el acuerdo.

Respecto a los trabajadores de FCC, según Vives, se les ha reconocido "un 20% de plus de toxicidad que reclamaban y se les abonará en la nómina de septiembre con efectos retroactivos desde el 1 de enero". Vives ha recordado que empresas y empleados han acordado crear una comisión conjunta para negociar los convenios y eliminar las desigualdades laborales dentro del mismo sector.Ayer, los empleados de Sufi a los que por turno tocaba trabajar, salieron a recoger los desechos. "Se prevé que en dos días o tan pronto sea posible todo vuelva a la normalidad", aseguró Vives.

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