Ruth Cardoso, más que la esposa de un ex presidente
Antropóloga, impulsó numerosos proyectos sociales en Brasil
Ruth Correa Leite Cardoso, esposa del ex presidente de la República Fernando Henrique Cardoso a quien sustituyó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el cargo en 2003, era una antropóloga que brilló con luz propia en el campo social. Fue mucho más que la mujer del presidente socialdemócrata, con quien convivió 55 años. Fue una resistente contra la dictadura militar, como ha recordado Lula, que ha proclamado tres días de luto nacional por su muerte.
Ruth, como era conocida popularmente por sus acciones sociales en favor de los más pobres, falleció el martes a los 77 años, en su casa de São Paulo, tras haber sufrido una angina de pecho. Deja a tres hijos. Llevada al hospital y observada por los médicos, volvió a su casa donde murió pocas horas después de un ataque al corazón.
Se había doctorado en Antropología en la Universidad de São Paulo y se especializó en la Universidad de Columbia en Nueva York. Dio cursos en varias universidades inglesas y americanas.
Fue la ideadora, durante los ocho años de mandato de presidencia de su marido, de varios proyectos sociales, entre ellos el de la ayuda a las familias pobres para que llevasen a sus hijos a la escuela. Dicho programa tomó con el ex gobernador de Brasilia, el senador Cristovam Buarque, el nombre de Bolsa Escuela y hoy es el proyecto social clave del Gobierno de Lula llamado Bolsa Familia, que ayuda a 12 millones de familias.
Ruth creó también el programa de Alfabetización Solidaria, que lleva ya alfabetizados a cerca de tres millones de personas. De iniciativa suya era también el programa Universidad Solidaria y Capacitación Solidaria. Esta última ha formado a más de 100.000 jóvenes para el mercado de trabajo en las grandes urbes metropolitanas.
Fue siempre respetada por aliados y adversarios por su entrega a la causa social y su gran preparación científica. Ello ha quedado reflejado ayer cuando decenas de políticos de todos los partidos sin distinción acudieron a São Paulo para darle el último adiós. El presidente Lula, en una nota oficial, calificó a Ruth de mujer "de convicciones firmes, gestos nobles y sensibilidad para el drama de la desigualdad social" y afirmó que se ha tratado de "una pérdida enorme para todo el país".
Uno de los últimos actos oficiales a los que había acudido Ruth fue en São Paulo, el pasado mayo, con motivo de la creación de la Fundación Santillana en Brasil, donde compartió mesa y mantel con Ignacio Polanco y Juan Luis Cebrián, presidente y consejero delegado, respectivamente, del Grupo PRISA, y con el ministro de Justicia del Gobierno de Lula, Tarso Genro.
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