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Reportaje:Día de festivales

El paraíso del 'hip-hop'

San Sebastián de los Reyes acoge a los mejores raperos del momento

"Malditos raperos", dice sobre el escenario Xhelazz. "Vamos a conquistar todo el puto país". El de Zaragoza exagera, pero algo de razón lleva. Enfrente tenía a la mayoría de las 14.000 personas que acudieron anoche al primer día de la cuarta edición del festival Cultura Urbana, celebrado en San Sebastián de los Reyes.

Que el hip-hop ha entrado con fuerza en España no es noticia. Que miles de personas escuchan cada vez más este estilo importado de EE UU, tampoco. Sí sorprende la diversidad con la que el género se desarrolla por estas tierras. Ayer no sólo había raperos con gorra, sino también jóvenes con ganas de descubrir cosas nuevas, algunos pañuelos palestinos y pantalones de pitillo. "Este es nuestro territorio", decía, cerveza y canuto en mano, Ignacio Fornés, alias Nach, antes de su concierto. "El hip-hop está presente en festivales de otros estilos, pero este es nuestro espacio. Aunque todos son bienvenidos".

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La tarde había comenzado fuerte con Arianna Puello. La rapera española de descendencia dominicana había alejado a las amenazantes nubes con su rap combativo y concienciado.

Xhelazz, sólo sobre el escenario, fue uno de los más vitoreados. El maño se mueve entre la poesía, el sermón, la declaración de principios y las recomendaciones literarias.

Pero si querían a un rapero deslenguado, ahí estaba Shotta. "Soy un niñato caprichoso de mi flow", cantaba, "y estoy hasta la polla de ser un peón". Los franceses Iam y los neoyorquinos EPMP también ofrecieron lo que se esperaba de ellos. De los primeros, un rap más calmado; de los segundos, sonidos duros de la vieja escuela.

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Talib Kweli empezó fuerte. Potencia, cerebro y dominio absoluto del tempo. Él solo contra el mundo, alternando alguno de sus signos con canciones de Eardrum, su último e irregular álbum, con colaboraciones de Norah Jones, Justin Timberlake o Kanye West. Ellos no estaban, pero sí saltaron por sorpresa Arianna Puello y J-Ro (Tha Alkaholiks). La leyenda de Talib, un poco más grande.

Hoy tocan grupos como Violadores del Verso, Falsalarma o Dogma Crew. El que no estará es el estadounidense The Game, que ayer se cayó del cartel a última hora. La razón: no se le permitió salir del país por tener sobre él una condena por fraude al fisco. Eso sí, aunque no esté hoy, The Game ha cobrado íntegro su caché (hablamos de muchos, muchos dólares) y no utilizará las botellas de champán -del caro- y la suite en un hotel de lujo que había exigido por actuar.

Nach, en un momento de su actuación en el festival Cultura Urbana.
Nach, en un momento de su actuación en el festival Cultura Urbana.JOSÉ RAMÓN AGUIRRE

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