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Miquel Navarro logra el Premio Julio González

El galardón recompensa su "aportación al arte moderno"

El escultor valenciano Miquel Navarro (Mislata, 1945) recibirá hoy el Premio Internacional Julio González, que concede por decreto el Consell de la Generalitat valenciana, como reconocimiento a "su labor desarrollada en las artes plásticas y por su aportación al arte moderno". Navarro es el primer artista valenciano que es distinguido con el galardón, instituido hace ocho años por el IVAM.

El escultor es el primer artista valenciano que recibe el galardón

Desde su estudio de Mislata, Miquel Navarro se mostraba ayer "muy contento de compartir casa con Julio González". Y es que el escultor que da nombre al premio ha sido "un referente muy importante" en su trabajo, como reconocía Navarro. De hecho, el artista de Mislata tiene la sana costumbre de pasear, de vez en cuando, por las salas que el museo valenciano dedica a la obra de González, que son para él "un templo de recreo y estudio".

Formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, Navarro comenzó su carrera como pintor, aunque su trayectoria artística derivaría hacia la escultura a partir de 1972. Desde entonces, su curioso estilo, mezcla de escultura y arquitectura, lo ha convertido en un creador iconoclasta, capaz de poblar muchas ciudades de España con sus trabajos, formados por líneas contundentes que apuntan al cielo. Formas que un psicoanalista describiría como fálicas y que incluso han sido rebautizadas por los ciudadanos, como es el caso de la fuente instalada en la Plaza de Manuel Sanchis Guarner de Valencia, conocida popularmente como La Pantera Rosa. Pero la obra de Navarro no se limita a sus montajes en lugares públicos, sino que está presente también en museos, como el George Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid o el IVAM de Valencia, al que donó 512 obras hace tres años. Y va mucho más allá: pinturas, dibujos, relieves, collages, fotografías, grabados y hasta la escenografía teatral o la ilustración de libros, forman el corpus artístico de un creador infatigable, que prepara una gran fuente para la Expo de Zaragoza.

Este premio corrobora que 2008 es el año de Miquel Navarro. Hace solo dos meses, el artista ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que ocupa el sillón que dejó vacante Juan de Ávalos. Ahora le llega el reconocimiento en Valencia, la ciudad en la que ha "decidido vivir", como confesaba, pese a haber podido hacerlo en lugares como París o Nueva York, donde su arte habría tenido mayor repercusión.

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