Díaz Alperi dará un trato preferente al 'pelotazo' de Agua Amarga en el PGOU
El Ayuntamiento de Alicante, presidido por Luis Díaz Alperi, del PP, dará un trato preferente al pelotazo urbanístico en el saladar de Agua Amarga, un humedal protegido de 1,8 hectáreas al sur de la ciudad sobre el que no se puede construir.
La Gerencia de Urbanismo informó ayer de que el convenio mediante el cual el Consistorio pretende hacerse con la titularidad del humedal a cambio de otorgar aprovechamientos urbanísticos de suelo a diversos promotores será incluido en una adenda en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante. El aprovechamiento será cedido a los propietarios del saladar en forma de edificabilidad en los planes, residenciales o industriales, del futuro PGOU. La operación ha sido rechazada ya por al menos tres promotores.
El gerente de Urbanismo, Enrique Sanus, declinó ayer cuantificar el valor de la edificabilidad cedida. "Todo ello estará recogido en una adenda que se incluirá en el nuevo PGOU", se limitó de decir. El PGOU estará listo a finales de mayo.
Agua Amarga fue adquirido en 1987 por la familia Quiles, propietaria de Kelme. La fuerte crisis de la empresa motivó la intervención del Generalitat, que tutela la firma desde 2002. El saladar es el primer activo de Kelme para saldar su deuda de 50 millones. Entre los acreedores están Bancaja y la CAM, que han aceptado el plan de viabilidad con la creación de dos sociedades. Una asumirá el negocio industrial y otra el patrimonial. En esta segunda serán accionista las cajas y la familia Quiles.
La irrupción del Ayuntamiento en la operación de Agua Amarga se produjo después de que Kelme rechazara una oferta del Gobierno para comprar el paraje porque no alcanzaba la cantidad necesaria para saldar sus deudas. Hace una semana el Ayuntamiento remitió un escrito al ministerio informando de su propuesta y garantizando el carácter protegido del humedal.
