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España rechazará el Tratado de la UE en el Consejo de Lisboa si no gana cuatro eurodiputados

El Gobierno ha ligado dos temas que en esencia no lo están, para llegar a la conclusión de que el Tratado de la UE consensuado para superar el fracaso de la Constitución europea no podrá ser aprobado el viernes en Lisboa si no se aprueba también un nuevo reparto de escaños en el Parlamento Europeo que añada cuatro al número de eurodiputados españoles, elevándolo a 54 escaños.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero no admitirá ni aplazamientos de la decisión, ni que se recorte la cifra indicada para atender la reclamación de un diputado adicional planteada por Italia, según aseguraron ayer el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, y el consejero de política exterior del presidente, Carles Casajoana, quien declaró: "España considera [el reparto de escaños] como un solo paquete junto al Tratado, y no cabe que se apruebe uno y no el otro".

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Navarro dijo: "A España no le pueden quitar ningún eurodiputado, porque se rompería el principio de regresividad proporcional" sobre la población. Este criterio guía el reparto de un resto de 16 escaños que completa la distribución de los 750 que tendrá la Eurocámara en 2009: 49 más de los previstos en 2000 por el Tratado de Niza, pero 14 menos de los hoy.

El Parlamento Europeo ha aprobado una distribución que otorga a España los cuatro escaños mencionados, dos a Francia, dos a Suecia, dos a Austria, y uno por cabeza a otros seis países, entre ellos Reino Unido y Polonia.

El Gobierno se da por satisfecho con este resultado, que enmienda parcialmente la situación dejada por José María Aznar cuando renunció, en Niza, a 14 escaños, que finalmente quedaron en 10, a cambio de ganar votos en el Consejo Europeo. Navarro reconoce que se podía pedir más. Pero se consideró mejor estrategia sumarse a la posición mayoritaria en Estrasburgo, que incluso eurodiputados del PP respaldaron. "Estamos cargados de razón, porque cumplimos con el Tratado y aceptamos una propuesta del Parlamento Europeo", dijo Navarro.

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Pero Italia objeta el reparto, al haber perdido la paridad de escaños con Francia y Reino Unido, porque no le ha tocado nada en el reparto. La posición italiana parece también irrenunciable y la solución no se ve fácil. Roma querría que París le ceda un eurodiputado, pero Madrid considera que la proporcionalidad se rompería también en ese caso. La idea italiana de aplazar el nuevo reparto hasta 2014 resulta igualmente inaceptable. Y los italianos rechazan que las elecciones de 2009 se realicen con el reparto de Estrasburgo a cambio de la promesa de revisarlo.

Los negociadores españoles entienden que sólo Italia se opone al acuerdo de Estrasburgo, por lo que están convencidos de que no tendrán que recurrir a ningún veto sobre la Constitución. También se muestran seguros de que se llegará a un acuerdo.

Encuentro con Brown

Zapatero, además, mantendrá a primera hora del viernes su primer contacto con el primer ministro británico, Gordon Brown, sucesor de Tony Blair. Ambos han quedado a desayunar, según confirmó ayer La Moncloa, y se trata de la única entrevista bilateral del presidente anunciada para esta cumbre que, al ser informal, ofrecerá muchas oportunidades de que los 27 charlen libremente. Brown envió recientemente a Madrid a su ministro de Exteriores, David Miliband, quien se refirió a la necesidad de incrementar los contactos bilaterales y aludió a la posibilidad de una próxima visita de Zapatero a Londres. Quizás esa cita se concrete el viernes, aunque la proximidad de electoral lo hace improbable.

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