_
_
_
_
_

Endesa aumenta el personal que atiende las quejas por el apagón, pero cierra por la tarde

La 'síndica de greuges' de Barcelona pide eliminar cuanto antes los generadores eléctricos

La avalancha de reclamaciones por el apagón de Barcelona, que la semana pasada dejó sin luz a 350.000 personas, ha obligado a Endesa a incrementar el personal de atención al usuario. La compañía eléctrica destina a 900 trabajadores a atender a los clientes afectados. De éstos, 200 son teleoperadores del teléfono gratuito. Paradójicamente, la sede central de la entidad permanecía ayer por la tarde cerrada. Lo que más molesta ahora a los vecinos es el ruido y el calor provocado por los generadores. La síndica de greuges de Barcelona, Pilar Malla, pidió que se retiren cuanto antes.

"Llevo dos días seguidos trabajando más de 12 horas", explicó ayer una teleoperadora de Fecsa-Endesa que prefirió no revelar su nombre. El número de teléfono gratuito que la empresa ha puesto a disposición de los clientes (900 84 73 84) volvió a echar humo todo el día. Un portavoz de la eléctrica no supo precisar cuántas llamadas se recibieron. Se limitó a recordar el número de reclamaciones presentadas hasta la víspera: poco menos de 28.000.

"Han contratado a gente nueva para atender la línea 900, y los retenes [personal de guardia] están todos en activo", precisó la misma trabajadora. Pero tales medidas no satisfacen a algunos de los abonados, que volvieron a protestar por la falta de información y, sobre todo, por las dificultades para conocer la cantidad de dinero con la que serán indemnizados.

La sede de Endesa en Barcelona, situada en la calle de Vilanova, permaneció cerrada ayer por la tarde. Para algunos usuarios, como Dolores, de 64 años, es una molestia más: "Ni mi hija ni yo hemos conseguido que nos contesten al teléfono. Y ahora vengo aquí y está cerrado", dijo.

"Tutela" de la Generalitat

En una reunión celebrada ayer, la Generalitat recordó a las asociaciones de consumidores que las compensaciones a los particulares oscilan entre 60 y 300 euros, en función de diversos criterios: las horas pasadas sin corriente eléctrica, el número de residentes en el domicilio o los daños sufridos. Los responsables de consumo insistieron en que Endesa debe abonar la cantidad acordada en un plazo máximo de siete días.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pero el descontento es aún mayor entre los comerciantes y las empresas afectados, ya que, a diferencia del resto de usuarios, deben aportar documentos para que una serie de peritos, contratados por Endesa, evalúen los daños económicos. La Confederación de Comercio de Cataluña instó ayer al Departamento de Economía y Finanzas a regular, por escrito, el procedimiento que deben seguir las empresas para plantear sus demandas. La "tutela oficial" de la Generalitat "sería una garantía" para que Endesa cumpla sus compromisos, señaló el secretario general de la confederación, Miquel Àngel Fraile.

Los 150 generadores instalados en las calles de Barcelona para proveer a los clientes que toman electricidad de la subestación de Maragall traen de cabeza a los vecinos. Algunos de ellos ya han planteado sus quejas a Endesa. Red Eléctrica Española anunció que a mediados de agosto entrarán en servicio dos nuevos transformadores. Su instalación, junto a la previsible caída de la demanda en agosto, permitirá eliminar algunos de los molestos grupos electrógenos habilitados por la compañía eléctrica. La síndica de greuges de Barcelona pidió la "máxima celeridad" en los trabajos de reparación de la red eléctrica.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el martes a seis hombres de nacionalidad rumana por robar 125 metros de cable de cobre de uno de los generadores, en el barrio del Clot.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_