Valentina Siropoulo | Las enfermeras búlgaras, en libertad
"Ser inocente me mantuvo viva"
"Lo que me ha mantenido viva durante estos años después de torturas horribles, de la incertidumbre, de esos veredictos..., fue la certeza de ser inocente", declaró ayer a la radio búlgara Valentina Siropoulo, de 48 años, que en febrero de 1998 comenzó a trabajar en el hospital de Bengasi para pagar los estudios universitarios a su hijo. Éste volvió de EE UU, donde vive ahora, ante la evidencia de la pronta liberación de su madre.
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