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PP y PSOE negocian contrarreloj con el Gial para alzarse con la alcaldía de Almería

Megino mantiene la incertidumbre acerca de a quién dará la mayoría para gobernar

A sólo cinco días de la constitución de los nuevos ayuntamientos, la única capital que todavía tiene el gobierno en el aire es Almería. La tensa relación entre el PP y líder del Grupo Independiente por Almería (Gial), Juan Megino, socios de gobierno los últimos cuatro años, hace que las posiciones estén enrocadas para renovar el pacto. Megino, que se escindió del PP, no oculta su dilema entre lo que le pide "la cabeza" y lo que le dicta "el corazón" y ha manifestado que si se tratara de "elegir partido", se decantaría por las siglas del PSOE, que también negocia con el Gial para formar gobierno.

Las elecciones del 27 de mayo depararon una situación compleja en Almería: el PP obtuvo 13 ediles; el PSOE, 11; el Gial, dos e Izquierda Unida, uno. PP y Gial forman mayoría absoluta. Pero también la formarían PSOE, Gial e IU.

Con el telón de fondo de la negociación a varias bandas, la comisión de gobierno que celebró ayer en la alcaldía fue, además de la última, la más tensa de las vividas en los últimos años. Se oyeron golpes y puñetazos en la mesa de reuniones. Megino exteriorizó su rabia y su profundo malestar contra sus socios de gobierno de manera implacable. Y es que pocas horas antes, durante la procesión del Corpus del domingo, Megino tuvo que oír algunos insultos de ciudadanos que identificó claramente como familiares de un concejal del PP.

El episodio, a modo de epílogo, resume lo que han sido estos cuatro años para Megino: una situación defensiva ante sus socios de gobierno. Tras la comisión de gobierno el alcalde en funciones, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), apuntó que esperaba llegar a un acuerdo "razonable" con el Gial.

Así las cosas, desde el PSOE se espera la llamada de Megino, que exige un gobierno estable a los socialistas. Para ello no basta con que el único concejal de IU, Diego Cervantes, apoye con su voto la investidura del candidato socialista, sino que éste debe tener responsabilidad de gobierno también. Cervantes ha dicho que sí, después de justificar que se debe a su partido en un marco estatal y andaluz.

La posición de IU

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"Los acuerdos con el PSOE están propiciando ayuntamientos de progreso. En ese concepto queremos ciudades sostenibles, no especulativas y participativas. Esas son las bases fundamentales de nuestro trabajo", apuntó Cervantes. Consciente de la "confusión" que su entrada en un hipotético gobierno a tres puede generar entre su electorado, Cervantes advierte: "No vamos a engañar a nuestro electorado".

Pese a la reunión de tipo "exploratorio" que PSOE y Gial mantuvieron en Antequera el pasado jueves, cabe la posibilidad de que Megino haya utilizado al PSOE para presionar al PP y obtener mayores parcelas de poder en el nuevo mandato.

En el PSOE no se pierde de vista esta posibilidad, si bien fuentes de este partido constatan que Megino aseguró que sus negociaciones con el PP estaban "cuesta arriba" y que no había ninguna razón que le impidieran hablar con los socialistas. Ambos partidos llegaron a la conclusión de que los grandes temas de la ciudad "merecen un acuerdo" y un consenso en el que los temas urbanísticos tengan salida "dentro de la más estricta legalidad".

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