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Caballero Bonald, García Montero y Benítez Reyes recitan su memoria

El tiempo es la memoria y la poesía refleja cada tiempo. Ayer, junto al patio de limoneros del Ayuntamiento de Tomares, en Sevilla, José Manuel Caballero Bonald (Jerez, 1926), Luis García Montero (Granada, 1958), Felipe Benítez Reyes (Rota, Cádiz, 1960) y Luis Muñoz (Granada, 1966) se reunieron para recitar poemas y hablar de la memoria histórica.

Tras unas albadas de Querido silencio, de Muñoz, Benítez Reyes tomó la palabra para reflexionar sobre el tiempo. El último premio Nadal comentó cómo reconoce en sus últimos escritos los temas que le preocupan "de manera más urgente".

Por su parte, Caballero Bonald se confesó un "escritor intermitente", que de cuando en cuando pierde la fe en la poesía y la aparta a un lado. "Pero la he vuelto a necesitar como reacción a ciertos desmanes de la historia que están sucediendo ahora", dijo antes de recitar Summa vitae, un poema que definió como la síntesis de sus "odios vividos".

Quien más habló de la memoria fue García Montero, que confesó haber aprendido lo que significaron la Guerra Civil y la posguerra leyendo poesía. Sus maestros, dijo, escribieron "en el trance de defender la libertad".

El autor aprovechó la reunión para presentar uno de los poemas de su próximo libro, "que se llamará Vista cansada"; unos versos que recuerdan la llegada al exilio en Francia de Antonio Machado y que bien pueden resumir muchas penurias. Leyó así: "Todo descansa hoy casi desnudo, / en una tumba de poeta. / '¿Cuándo llegamos a Sevilla?', preguntaba su madre al entrar en Collioure".

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