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Reportaje:

Luces y colores de Broto

La Fundación Caixa Galicia expone en A Coruña la obra del pintor aragonés

A Coruña Enormes lienzos e impresiones pictóricas realizadas por ordenador con figuras geométricas de colores tornasolados, brillantes e intensos, componen los últimos trabajos de José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) que se exponen hasta el 20 de mayo en la sede coruñesa de la Fundación Caixa Galicia.

Fascinado por el estudio de los colores y de la luz, el artista, uno de los más destacados del panorama contemporaneo español, completa la selección de 22 de sus obras de gran formato con una producción audiovisual, un vídeo con juegos y dibujos coloristas amenizados por piezas musicales inéditas del compositor José Manuel López López.

"La música añade un movimiento ligero al arte estático de la pintura", destacó ayer Broto. Y esa asociación, que ambos artistas ya habían ensayado para la ópera La noche y la palabra, de López, es especialmente interesante a los ojos del zaragozano afincado en París.

El compositor eligió sonidos acuáticos y propios de un ambiente chill-out para acompañar la visión en la pantalla del mundo de colores y luces de su amigo el pintor. José Manuel Broto, quien seleccionó él mismo las obras de esta exposición organizada por la Fundación Caixa Galicia y los ayuntamientos de Zaragoza y Sevilla, confiesa abiertamente su pasión por la informática. Le permite no sólo ampliar el registro de la pintura tradicional, sino que el proceso creativo resulta mucho más atractivo.

"La pantalla es pura luz y la obra se ve más bonita en el ordenador", reconoce. Broto cuenta en su taller con una impresora especial para reproducir, a tamaño gigante -algunas de sus obras miden tres por seis metros- sus trabajos. Y a menudo se sorprende, afirma, del resultado en el papel de sus trazos y mezclas de colores vitalistas, de tonos vivos e incluso chillones. "La informática es muy estimulante", subraya. En la exposición inaugurada ayer en A Coruña bajo el titulo de El tiempo y el lugar, se aprecia el contraste entre sus obras de "tintas pigmentadas", realizadas por ordenador, y sus óleos pictóricos tradicionales.

Obras sin olor

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Geometrías, figuras oníricas y formas orgánicas componen unos y otros trabajos, pero los colores resultan menos luminosos en los lienzos de pintura acrílica, para los que el artista suele elegir tonos más oscuros y neutros.

A Broto, le gusta la pintura tradicional, dice, pero destaca las ventajas del soporte informático, que permite producir obras "que no huelen y que carecen de ese componente arcaico" propio de los óleos. Y para ofrecer "una idea visual" de la obra más reciente de este artista, la exposición incluye, en una pequeña sala contigua, una selección de pequeñas acuarelas que muestran en papel los trazos y colores con los que experimenta Broto para realizar luego sus trabajos a gran escala.

¿Cómo decidirse por un rojo cuando existen hasta medio centenar de variantes distintas? Una pregunta en cuya respuesta sigue trabajando el artista cuyas obras son a menudo relacionadas con la tradición mística de la pintura clásica española por la sobriedad y solemnidad de sus figuras coloristas.

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