Jules Olitski, pintor expresionista abstracto

El pintor expresionista abstracto Jules Olitski (Ucrania, 1923) falleció el 4 de febrero en Nueva York a causa de un cáncer. Tenía 84 años.

"Mis cuadros sólo son colores rociados en el aire y suspendidos ahí". Con estas palabras definía su obra el pintor Jules Olitski, uno de los últimos representantes de la segunda generación de expresionistas abstractos estadounidenses, fallecido el pasado 4 de febrero en Nueva York a los 84 años a causa de un cáncer.

Fue uno de los creadores más prolíficos de su entorno, acumulando más de 150 exposiciones individuales a lo largo de su vida, incluida una de las escasas muestras que el Metropolitan Museum de Nueva York le ha dedicado en el siglo XX a un artista vivo.

Fue fundamentalmente conocido por ser el líder del llamado Color Field, un grupo de artistas que a mediados de los años sesenta recogieron el testigo del expresionismo abstracto encarnado por Jackson Pollock para transformarlo y reinterpretarlo a través de una nueva visión del color. Las violentas pinceladas que marcaron a la primera generación de artistas americanos fueron transformadas por Olitski y otros como Morris Louis o Kenneth Noland en sutiles juegos de colores puros que alimentaron su obra hasta sus últimos días.

Olitski fue apoyado por el célebre crítico Clement Greenberg y su obra fue escogida en 1966 para representar junto a Roy Lichtenstein y Helen Frankenthaler a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. Pero con la irrupción del minimalismo y el arte pop, la obra de Olitski pasó de moda y hubo incluso quienes comenzaron a criticarle por no evolucionar junto a las nuevas tendencias.

Sin embargo, este artista nacido en Ucrania en 1923 bajo el nombre de Jevel Demikovski no se vendió a modas o corrientes y continuó fiel a su línea de experimentación, manteniendo su predilección por la abstracción, haciendo incursiones en la escultura y concentrándose en los últimos años de su carrera en sugerentes paisajes de color inspirados en emotivas puestas de sol y amaneceres.

Su vida en Nueva York comenzó en los años veinte, después de huir de Ucrania junto a su madre tras el fusilamiento de su padre a manos de los bolcheviques en plena revolución rusa. Tras su llegada a Estados Unidos en 1923, su madre volvió a casarse, adoptando el apellido de su segundo marido, Hyman Olitsky, con el que el pintor creció hasta que, por un error de imprenta en un catálogo, se cambió la "y" por la "i" y decidió mantenerla.

Comenzó a pintar siendo un adolescente, estudió en diversas escuelas de arte neoyorquinas y en París, donde consiguió organizar su primera exposición individual en 1951.

Tras su regreso a Nueva York comenzó a trabajar como profesor en diversas universidades de la región para dedicarse completamente a la pintura desde finales de los sesenta.

Sus últimos años los pasó trabajando a caballo entre su casa en el campo, en el Estado de New Hapshire, y su residencia frente al mar en Florida.