Penas de 22 años para dos terroristas de la 'caravana de la muerte'
La Audiencia Nacional ha condenado a 22 años de prisión a los etarras Irkus Badillo y Gorka Vidal, que el pasado día 1 confesaron ser miembros de la banda terrorista desde enero de 2003, haber intentado la colocación de bombas en las pistas de Baqueira Beret y haber trasladado desde Francia una furgoneta con más de 500 kilos de cloratita y Titadyn, que se conoció como caravana de la muerte y que iban a hacer estallar en un polígono industrial próximo a la Avenida de América, de Madrid.
La fiscal solicitaba para ellos 29 años de cárcel, pero el tribunal les ha condenado a 8 años, por pertenencia a banda terrorista; a 4 años, por conspiración en los atentados de Baqueira Beret, y a 10 años, por el traslado de los explosivos de la furgoneta bomba y el correspondiente atentado en el polígono industrial.
Los magistrados, sorprendentemente, han condenado a cinco años de prisión a Beñat Barrondo, pero por colaboración con banda terrorista en lugar de pertenencia a ETA. Y ello, a pesar de que Barrondo admitió en el juicio que perteneció a la organización terrorista durante dos semanas y a que la fiscal le consideraba el tercer integrante del comando, ya que adquirió los teléfonos móviles con los que se comunicaron los etarras.