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La ofensiva terrorista

Los bomberos llegan al núcleo de la explosión sin hallar rastro de los dos desaparecidos

Rubalcaba cree que la esperanza de encontrar personas con vida es "remotísima"

Luis Doncel

Tras dos días de duro trabajo, los bomberos alcanzaron ayer la zona del aparcamiento de la terminal 4 de Barajas donde el pasado sábado explotó un coche bomba de ETA. Con las indicaciones que les dieron los familiares de los dos desaparecidos, los bomberos esperaban encontrar los vehículos en los que se supone que dormían los ecuatorianos, pero a última hora de ayer todavía no los habían hallado. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se desplazó hasta la zona del atentado, afirmó que las posibilidades de encontrarlos con vida son "remotísimas".

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El ministro acompañó a los familiares de los dos ciudadanos ecuatorianos en una visita a la zona de la explosión. Esta visita fue autorizada siguiendo el consejo de los psicólogos que atienden a los que todavía no saben dónde están Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Pérez Ru-balcaba explicó que los familiares manifestaron su deseo de acudir al lugar de la explosión y que "tenían derecho a hacerlo y a intentar colaborar". "Así se sienten psicológicamente mejor", añadió.

Según afirmó el ministro del Interior, los trabajos van todo lo deprisa que se puede, teniendo en cuenta las tareas de la investigación policial y el hecho de que los desaparecidos pudieran seguir con vida. Admitió que esta última posibilidad es "remotísima".

Un portavoz de los bomberos explicó que, a pesar de que los familiares les dijeron dónde estaban los coches en los que supuestamente dormían, lo más probable es que la explosión desplazara estos vehículos. Es por ello que no pueden determinar con exactitud dónde están los cuerpos de los dos ecuatorianos.

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Al hablar de las posibilidades de que los desaparecidos continúen con vida, el portavoz de bomberos dejó poco lugar para el optimismo: "Primero vino la explosión descomunal. Pero más tarde, el derrumbe de toneladas de hormigón ha dejado algunos coches con un grosor de un palmo". Por si esto fuera poco, luego llegó el incendio de los escombros, causado por la gran cantidad de calorías almacenadas, y el humo, que habría intoxicado a cualquier posible superviviente, afirman.

La misma fuente aseguró que no tienen constancia de cuántas personas estaban en el módulo D del aparcamiento de la T-4 cuando explotó el coche bomba. "Sabemos que había dos personas porque sus familiares nos han dicho que estaban ahí; pero podría haber más personas que no hayamos identificado o que alguno de los dos ecuatorianos esté desaparecido en otro lugar", añadió.

A pesar de que los bomberos no quieren descartar ninguna hipótesis, desde la mañana de ayer ya no utilizaron la unidad canina de rastreo de supervivientes. El portavoz de este cuerpo explicó que los perros detectan a las personas por su exhalación del aire, por lo que sólo pueden encontrarlos si están vivos.

El director de Emergencias y de Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Álamo, aseguró: "Se sigue trabajando muy despacio, pero ya se ha llegado al núcleo de la explosión. En esa zona, como en el resto, se está trabajando con la Policía Científica que, al encontrar cualquier resto del vehículo, toma las mediciones, las muestras necesarias para determinar si el mismo puede tener restos de personas o de explosivos".

Según los cálculos de Emergencias, desde el domingo se han sacado 90 camiones de escombro, lo que hablaría de entre 900 y 1.200 toneladas de escombros. "Los bomberos están trabajando en turnos de 24 horas, con mucha eficacia", añadió Del Álamo. Un bombero contó ayer el que trabajaban con tres vehículos: la bomba, que es el vehículo de primera actuación, un tanque con una capacidad de 15.000 litros de agua y el coche del jefe de guardia.

Del Álamo advirtió además de que todavía pueden quedar bajo los escombros vehículos con carga de calor suficiente como para que se produzca alguna combustión espontánea.

Respecto a la cantidad de explosivos utilizados en el atentado terrorista, la policía mantiene su cálculo de que ETA pudo usar unos 200 kilogramos. Fuentes policiales aseguraron que este dato es una aproximación, ya que es necesario localizar los restos de la furgoneta bomba para determinar el tipo de explosivo utilizado. Una vez encontrados los restos de la furgoneta, se podrá concretar la cantidad utilizada por los terroristas.

Esta apreciación choca con los datos que difundió el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que dijo que en el atentado se podían haber utilizado entre 500 y 800 kilogramos. El vicepresidente segundo y consejero madrileño de Justicia e Interior, Alfredo Prada, hizo este cálculo de acuerdo con informes de los bomberos de la Comunidad de Madrid y atendiendo a los efectos de la explosión.

"Nuestros técnicos han hecho este cálculo fijándose en los destrozos de la explosión, que han derrumbado cinco plantas del aparcamiento. La caída de cinco plantas sobre sí mismas ha provocado un efecto sándwich", añadió el consejero madrileño.

Alfredo Pérez Rubalcaba abraza a uno de los familiares de los dos ecuatorianos desaparecidos en Barajas.
Alfredo Pérez Rubalcaba abraza a uno de los familiares de los dos ecuatorianos desaparecidos en Barajas.EFE

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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