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Los Mossos d'Esquadra están sobre la pista de los tres ladrones que asaltaron un chalet en Lloret

El alcalde de la localidad advierte de que es muy difícil vigilar las urbanizaciones

"Tenemos elementos, ideas, certezas y hechos que nos permitirán resolver lo antes posible este suceso tan desagradable". El director general de los Mossos d'Esquadra, Rafael Olmos, expresaba así su convencimiento de que la policía autonómica atrapará a los tres ladrones que el pasado viernes por la noche asaltaron el chalet de un empresario de Lloret de Mar, al que además agredieron brutalmente. La víctima, Joan Batallé, de 51 años, abandonó ayer la UCI del hospital Josep Trueta y prestó declaración ante los Mossos.

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Los Mossos d'Esquadra continúan las investigaciones para identificar y detener a los tres autores del asalto. Ayer a primera hora de la noche recibieron la autorización médica para interrogar a Joan Batallé. El testimonio de la víctima servirá para conocer los detalles del ataque y si los ladrones se llevaron o no dinero de la vivienda, situada en la urbanización de lujo de Roca Grossa. La hipótesis principal apunta al robo, aunque, por la violencia empleada, los Mossos no descartan un ajuste de cuentas.

El empresario, que ayer fue trasladado a planta, tiene varias costillas rotas, contusiones por todo el cuerpo y golpes fuertes en la cabeza y la cara. La casa de Batallé en Lloret de Mar ya había sido objeto de otro robo en octubre de 2003.

Sin precisar detalles sobre el perfil de los presuntos agresores, Olmos insinuó que la policía autonómica podría tenerles identificados. "Tenemos alguna idea de quiénes podrían ser los autores. Sólo nos hace falta hablar con la víctima", explicó el director general en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Olmos desligó este suceso de los últimos asaltos violentos a viviendas en Cataluña, aunque admitió que se ha generado "alarma social". En la misma línea, el consejero de Interior, Joan Saura, rechazó que haya aumentado la delincuencia y aseguró que se trata de hechos aislados que no tienen nada que ver con "la oleada de violencia de la primavera pasada". Una idea que también defendió en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel.

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42 urbanizaciones

Lloret de Mar, con 42 urbanizaciones diseminadas por su término municipal, constituye un ejemplo de las dificultades que comporta la vigilancia policial en esos extensos entramados de calles y casas unifamiliares. El alcalde del municipio, Xavier Crespo, advirtió ayer de que los numerosos kilómetros de redes viarias complican mucho la vigilancia de la policía local y los Mossos d'Esquadra.

Se trata de un caso muy similar al de Maçanet de la Selva, que tiene en su término municipal una de las mayores urbanizaciones de Cataluña y cuenta con unos 80 kilómetros de viales de urbanización, frente a los 7,5 kilómetros de calles en el casco urbano. A pesar de los esfuerzos policiales, la vigilancia efectiva de estas zonas constituye una tarea casi imposible.

En Lloret de Mar, muchas viviendas de las urbanizaciones se ocupan sólo de manera temporal. Los Mossos d'Esquadra han destacado la importancia de las pequeñas medidas preventivas por encima de los grandes dispendios tecnológicos. Quitar las llaves del contacto del coche en el garaje, dejar una luz encendida en el piso de abajo de los chalets y otras en el perímetro de la casa, o un pestillo en el interior de las ventanas constituyen medidas sencillas pero muy efectivas.

El alcalde de Maçanet de la Selva, Antoni Trinicheria, reclamó a las administraciones unos criterios más claros para instalar en las urbanizaciones sistemas públicos de protección electrónica, como cámaras de vigilancia o lectores de matrículas.

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