_
_
_
_
_
Entrevista:ALÍ BABACAN | Jefe negociador de Turquía ante la UE

"Turquía ha hecho en cuatro años mucho más que en cuatro décadas"

Alí Babacan, ingeniero industrial de 39 años, encabeza el equipo que negocia la adhesión de Turquía a la UE. El ministro turco se entrevistó ayer en Madrid con varios funcionarios, entre ellos el vicepresidente Pedro Solbes. En un mes, la Comisión Europea emitirá un balance del proceso, que amenaza con congelar ante el freno a las reformas políticas y el conflicto con Chipre, país que Turquía se niega a reconocer.

Pregunta. Las restricciones a la libertad de expresión en Turquía y el procesamiento de escritores y periodistas preocupan en la UE.

Respuesta. Apenas en 1998, nuestro primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, entonces alcalde de Estambul, fue encarcelado por leer un poema que aparece en los textos escolares. Hemos hecho enormes avances en los cuatro últimos años para mejorar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Hemos cambiado un tercio de nuestra Constitución, hemos pasado ocho paquetes de reformas legales. El noveno está actualmente en el Parlamento. La voluntad política del Gobierno no puede ponerse en duda.

"No vemos ninguna contradicción entre islam, democracia y derechos fundamentales"

P. Las reformas legales están ahí, pero no siempre se aplican.

R. Exactamente. Es fácil redactar las reformas políticas, pero su puesta en marcha exige un cambio de mentalidad, y eso lleva tiempo. Nuestro sistema judicial se está abriendo: estamos capacitando a jueces y fiscales; los tribunales turcos toman cada vez más como referencia las resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y hemos estrenado una nueva Corte de Apelaciones. El Gobierno ha creado una célula de monitoreo integrada por cuatro ministros (Exteriores, Interior, Justicia y yo mismo) para supervisar la aplicación de las reformas y tomar las acciones correctivas. Lo que se ha hecho en Turquía en los últimos cuatro años es mucho más de lo que se hizo en cuatro décadas.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

P. El islam provoca cada vez más recelo en la sociedad europea a causa del integrismo. ¿Es quizás éste el mayor obstáculo para la entrada de Turquía en la UE?

R. Más que todo, tras el 11-S se ha dado un crecimiento de la islamofobia, de temor al islam. Esto se debe a la falta de entendimiento entre culturas y religiones. El Gobierno turco y el español copatrocinan la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, y hay una gran cooperación. Entendemos la percepción creada tras los ataques terroristas, que también nos afectan a nosotros. El terrorismo no tiene religión ni Estado.

P. El radicalismo islámico hace dudar de que los países musulmanes puedan asumir la democracia.

R. Nosotros no vemos ninguna contradicción entre el islam y valores como la democracia, la libertad, los derechos fundamentales, que son universales y no pertenecen a una religión o región.

P. Pero la democracia turca es una excepción entre los países musulmanes, porque es un Estado secular.

R. Turquía tiene una población musulmana, pero un sistema secular y democrático, y lo que nos ocurre se sigue muy de cerca en el norte de África, Oriente Próximo, Asia central o el Cáucaso. Hay una gran necesidad de cambio en las áreas que nos circundan, saben que no pueden continuar como están y el rumbo que tomen será crucial para la seguridad de la región. Por eso Europa tiene que mantener los canales de comunicación con estos países, para evitar que caigan en un mayor radicalismo. El hecho de que Turquía, país con población musulmana, pueda también compartir valores comunes con Europa es una influencia positiva para la región. Si un país como Turquía es miembro de la UE, la percepción global del mundo musulmán sobre la UE cambiará. No pretendemos ser un modelo para nadie, pero lo que está pasando en Turquía está mandando las señales correctas de inspiración. Turquía es un puente entre regiones y culturas para Europa. De hecho, Erdogan medió con los países musulmanes para calmar la situación tras la crisis de las viñetas o del discurso del Papa.

P. Precisamente el Papa visitará Turquía en noviembre. ¿Cree que es seguro para él viajar allí ahora, tras las amenazas recibidas?

R. Fue nuestro presidente el que invitó al Papa y creo que la visita será exitosa.

P. Turquía afronta una triple amenaza: integrismo islámico, injerencia militar y terrorismo kurdo. ¿Es la UE una protección contra ello?

R. El proceso negociador ha ayudado mucho a Turquía, al darle un futuro predecible. La gente mira a la UE y puede ver qué clase de país tendrá en 5, 10 o 20 años. La democracia turca ha sido interrumpida muchas veces por diferentes razones, pero el proceso de integración ayudará a Turquía a que las relaciones cívico-militares se conduzcan por la vía europea. También España pasó por etapas similares de democratización. En cuanto al integrismo o al terrorismo del PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán], la respuesta de nuevo es democracia. Cuanto más profunda sea la democracia en Turquía, menor será el riesgo de brotes de extremismo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_