_
_
_
_
_

Los inversores acogen con indiferencia la salida de Bill Gates de Microsoft

El gigante informático lanzará un reproductor de música para competir con el iPod de Apple

Veintinueve años después de fundar el mayor fabricante mundial de programas informáticos, Bill Gates anunció la madrugada de ayer que en dos años dejará de encargarse de la gestión diaria de Microsoft. Pero la decisión del hombre más rico del mundo, de 50 años, no ha tenido gran impacto entre los inversores y las acciones del gigante del software subían hora y media antes del cierre el 0,1%. Un mayor efecto en la cotización prometen tener los planes de Microsoft de lanzar un reproductor de música y vídeo que compita con el popular iPod de Apple.

Fuentes cercanas a este nuevo proyecto aseguraron a la agencia de noticias Reuters que Microsoft también está creando su propia tienda de música en Internet para hacer frente al servicio iTunes de Apple. Robbie Bach, un valor en alza en la empresa que dirigió el desarrollo de la consola de videojuegos Xbox, se encarga de estos nuevos productos.

Esta noticia coincide con el anuncio de Gates de desvincularse del día a día de Microsoft en julio de 2008, para centrarse en la fundación que lleva su nombre, creada en 2000 junto a su esposa, Melinda Gates.Gates continuará como presidente no ejecutivo del consejo de administración. Steve A. Ballmer, primero compañero de estudios de Gates y después de negocios durante 26 años, se mantendrá como presidente ejecutivo de la compañía. Ballmer llegó a ese cargo en 2000, en sustitución de Gates, que permaneció en el grupo como jefe de diseño de sistemas informáticos. El nuevo en este puesto, en un momento clave para la adaptación del negocio mundial de la informática a Internet, será Ray Ozzie, que trabaja en Microsoft desde 2005.

Los analistas se mostraban ayer poco inquietos ante este cambio, ya que consideran que la sucesión ha sido preparada al detalle por Gates y, además, Ozzie, que también tiene 50 años, tiene muy buena reputación.

Internet es el principal reto al que se enfrenta Microsoft. La marcha de Gates deja a Ballmer con la tarea de buscar un plan para remediar una serie de problemas que han afectado a la cotización de la empresa, cuyo valor bursátil ha caído un 60% desde que Ballmer se convirtiera en presidente ejecutivo en 2000, y hacer frente a nuevos gigantes de la Red, con Google a la cabeza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_