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Crisis en el Crusafont de Paleontología por la demora de su traspaso a la Generalitat

El equipo de investigadores catalanes del Instituto de Paleontología Miquel Crusafont de Sabadell (Vallès Occidental) descubrió en noviembre de 2004 una especie de primate que vivió hace 13 millones de años y fue el antepasado común del hombre y los grandes simios. Lo bautizaron con el nombre de Pau y su hallazgo fue publicado por la prestigiosa revista científica Science. Un año y medio después, el centro que exhibió al mundo tan importante pieza en el rompecabezas de la evolución está en crisis por la demora del traspaso de la institución de la Diputación de Barcelona a la Generalitat.

Con la entrada del Gobierno tripartito se acordó que el Instituto de Paleontología Crusafont, junto a otras instituciones de las comarcas del Vallès Occidental y el Vallès Oriental gestionadas por la Diputación, como la Escuela de Ingenieros Agrícolas Torre Marimon, en Caldes de Montbui, y el Instituto del Teatro, en Terrassa, pasaran a ser competencia de la Generalitat. Los últimos cambios de gobierno han dilatado, sin embargo, el traspaso del Crusafont, y ante la lentitud de las negociaciones algunos de sus más importantes científicos se han marchado a otros centros de investigación. Desde octubre pasado el centro no tiene director científico, y Salvador Moyà-Solà y Meike Kohler, responsables del hallazgo de Pau, entre otras investigaciones punteras de la paleontología catalana, se incorporaron el pasado jueves a la Universidad Autónoma de Barcelona. Anteriormente, se fue del centro el que fue su director, Jordi Agustí, que hace unos meses pasó a la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Agustí forma parte del equipo internacional que excava en el yacimiento de Dmanisi, en Georgia, y que está realizando descubrimientos fundamentales sobre la evolución humana.

Nuevas negociaciones

El nuevo director general de Investigación de la Generalitat, Xavier Testar, afirma que "existían puntos de vista diferentes" entre su antecesor y la Diputación de Barcelona en cuanto al traspaso del centro. Además, las últimas reestructuraciones del Gobierno catalán y los cambios en el Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información han comportado "un retraso". No obstante, el próximo 8 de junio, la Generalitat y la Diputación volverán a reunirse para negociar el traspaso y cerrar los puntos más conflictivos, entre ellos el económico. Testar explica que el ex director científico del Instituto de Paleontología, Jordi Agustí, asegura que una vez se haya realizado el traspaso volverá a colaborar con el centro. Testar también espera que Salvador Moyà, descubridor no sólo de Pau, sino también de Jordi -un mono de 9,5 millones de años-, y Meike Kohler se reincorporen una vez el instituto esté en manos de la Generalitat. "No queremos que el centro quede vacío", asegura Testar. "Nuestra intención es que recupere toda su potencialidad", añade el director general de Investigación, quien recuerda que "Cataluña ocupa una posición de liderazgo en el campo de la paleontología". Salvador Moyà considera que la situación es gravísima, si no irreversible. "El equipo de investigación del Crusafont está desmantelado. Hemos pasado cuatro años con voluntarismo esperando que las cosas se arreglaran, pero no ha sido así. Tengo la sensación de que la obra de Miquel Crusafont se ha hundido. Es como si no se apreciara el valor de lo que se ha hecho y que es reconocido internacionalmente".

El diputado de Cultura de la Diputación de Barcelona, Carlos Ruiz, precisó que se prevé llegar a un acuerdo con la Generalitat antes de que finalice el año. "El proceso es el normal, se trata de un traspaso que afecta a las personas, y no puede hacerse en un día". En su opinión, "sería positivo que el centro se transfiriera a la Generalitat. Lo que era una anomalía es que el Crusafont estuviera a cargo de la Diputación de Barcelona".

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sabadell, Joan Manau, manifiesta que el municipio no desea que el Crusafont sea trasladado fuera de Sabadell. "Suponemos que lo que no querrá la Generalitat es tener la investigación paleontológica dividida", afirma.

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