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Amnistía denuncia la escasez de centros para maltratadas

El 80% de las casas de acogida están en la provincia de Barcelona

Faltan centros de acogida para mujeres maltratadas y los pocos que existen están mal repartidos y concentrados en la provincia de Barcelona. Ésta es una de las principales conclusiones de un informe presentado esta semana por Amnistía Internacional (AI) que evalúa el V Plan de Acción y Desarrollo de las Políticas de Mujeres en Cataluña y la futura ley catalana para la erradicación de la violencia machista.

Cataluña dispone actualmente de tres servicios de acogida de urgencia para mujeres maltratadas, siete casas con capacidad para 51 unidades familiares, siete pisos tutelados y otros tantos gestionados por entidades privadas. El 80% de estos recursos se concentran en la provincia de Barcelona. Además, su ingreso, señalan fuentes de AI, no está permitido a todas las afectadas, ya que muchos de los centros cierran sus puertas a mujeres con determinados problemas estructurales, como alcoholismo, ejercicio de la prostitución o trastornos mentales.

El informe, titulado La respuesta institucional contra las mujeres en Cataluña, denuncia otras graves deficiencias en el sistema de atención a las maltratadas. Según AI, determinados colectivos de mujeres participan poco en la elaboración de planes de choque contra la violencia sexista, existe cierta descoordinación entre las administraciones autónoma y local, y falta formación entre los profesionales en contacto directo con este problema. Con relación a este aspecto, la portavoz de AI en Cataluña, Andrea Compagno, recordó que los Mossos d'Esquadra reciben 13 horas de formación sobre violencia sexista de un total de 1.200 horas de instrucción. Respecto a la futura ley para la erradicación de la violencia machista, que próximamente se tramitará en el Parlament, el informe incluye una serie de recomendaciones. Por ejemplo, se solicita al Ejecutivo que no aplique la Ley de Extranjería a las mujeres sin permiso de residencia en España que denuncien haber sido maltratadas.

A pesar de estas críticas, AI también reconoce los aspectos positivos de la futura ley. Esta entidad valora como un gran avance que la norma aborde la violencia sexista como manifestación de la discriminación, que la extienda a ámbitos diferentes al familiar y que contemple por vez primera el derecho a reparación.

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