Desencuentro universitario
Leo asombrado las declaraciones del profesor Julio Ortega el 14 de abril. Se lamenta de que "la iniciativa de la Universidad de Brown
[el diálogo cultural entre las dos orillas del Atlántico] tiene dificultades para establecer puntos de encuentro con los centros universitarios españoles", y se pregunta si éstos no serán "lo último que nos queda del franquismo". Y pone un ejemplo: la Universidad de Barcelona no posee una cátedra de literatura latinoamericana.
Quizá se trate de un caso aislado, porque desde hace años varias universidades españolas (en Salamanca, Madrid, Sevilla, Tenerife, Las Palmas, Alicante y Murcia, por citar algunas) cuentan con especialistas como Carmen Ruiz Barrionuevo, Antonio Lorente, Carmen de Mora, Alicia Llarena, Eduardo Becerra, Nieves Lorenzo, Francisca Noguerol, María Ángeles Pérez López, Eva Guerrero, etcétera, que no se cansan de enseñar y promocionar la literatura de Latinoamérica. De hecho, me consta que por la Universidad de Salamanca (gracias al entusiasta movimiento latinoamericanista que ya es tradición allí) han pasado jóvenes escritores de la otra orilla como Jorge Volpi, Ignacio Padilla y Juan Carlos Méndez Guédez. El profesor Ortega debe de haberse olvidado, además, del Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana que se celebró en Salamanca en 2000, al que él mismo asistió. Curiosa desmemoria.