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Reportaje:

Una gota de mil pisos en un mar de millones

La agencia de alquiler creada por el Gobierno cumple seis meses con un millar de contratos

Cristina Galindo

Javier Morales tiene en Leganés (Madrid) seis pisos en alquiler con el aval del Estado.

No se preocupa por el cobro de la renta, porque está garantizada por cinco años. Tampoco se ocupa de las averías en esas viviendas; lo hace el seguro. "Me he desentendido de todo; ni conozco a los inquilinos", explica este abogado de 30 años. Sus pisos forman parte del millar de contratos de arrendamiento firmados a través de la Sociedad Pública de Alquiler (SPA), la agencia inmobiliaria dependiente del Ministerio de Vivienda, cuando se cumplen seis meses de su puesta en marcha. Mientras el Gobierno se muestra satisfecho, el PP hace un balance muy negativo y pide su disolución.

Unos 4.000 propietarios se han interesado por las condiciones de los alquileres que ofrece la SPA, la fórmula estrella de Vivienda para dar garantías al propietario e impulsar el arrendamiento, que en España apenas supone un 15% del total de viviendas, frente al 30% de la media europea. Desde que la SPA se puso en marcha el 15 de octubre pasado, más de 15.000 ciudadanos (casi todos menores de 35 años) han pedido información. Un 70% procede de Madrid. Al final, en estos seis meses se han firmado "más de mil contratos" de arrendamiento gestionados por la sociedad, según Vivienda, que no concreta mucho más, ni ofrece el reparto por comunidades.

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El departamento de María Antonia Trujillo se da por satisfecho, porque recuerda que esa cifra era el objetivo marcado para el primer año. En cuatro ejercicios, prevé llegar a 25.000, un 1,5% del mercado del alquiler. "Lo importante es el papel de la SPA como dinamizadora del mercado", según su presidente, Javier Rodríguez Mañas.

La cifra queda lejos de los tres millones de pisos vacíos que hay en España y que no se alquilan por miedo a los morosos y los destrozapisos. "La SPA es un disparate", afirma Pablo Matos, portavoz de Vivienda del PP en el Congreso. "La cifra de contratos es ridícula; no se han firmado ni 20 pisos por provincia", añade.

A modo de comparación, la agencia Tecnocasa ha intermediado en los últimos seis meses en 363 alquileres. En todo 2005, la red de oficinas de Bolsa de Vivienda Joven de la Comunidad de Madrid alquiló 1.426 pisosy la Agencia Municipal del Alquiler de la capital ha gestionado 2.408. "Muchas comunidades ya tienen sus agencias de alquiler y no necesitan la SPA; es un gasto innecesario", concluye Matos. El PP presentó el mes pasado una proposición no de ley para pedir la disolución de la SPA. Jordi Jané, portavoz de CiU: "El balance de estos seis meses es negativo. Mil pisos es poco, no justifica el coste de la SPA; si éste era el objetivo del Gobierno para facilitar el acceso a la vivienda, no es que fuera muy ambicioso". La SPA cuenta con un capital social de 20 millones de euros, 22 empleados y tendrá beneficios en 2007.

Números aparte, muchos se preguntan si la SPA es ágil. Para el propietario, el proceso comienza cuando uno de los 3.000 agentes intermediarios que colaboran con el organismo tasa su piso. La renta llega a ser un 18% inferior al precio de mercado. Si accede a ello, el dueño firma un contrato por el que la SPA, gracias a un seguro, se compromete a pagarle la renta cinco años, aunque el inquilino deje el piso.El acuerdo incluye seguros contra destrozos. Para financiar todos estos gastos, el 80% de la renta que se fija se destina al propietario y el 20% a la SPA.

De forma paralela, el inquilino solicita un piso a la SPA a través de www.spaviv.es, el teléfono 902 13 02 13 o uno de los intermediarios oficiales. Se le busca piso y es sometido a un estudio económico: si tiene un empleo estable con un seguro suele ser suficiente; si no, se le pide un aval bancario de cuatro meses. "Sólo se exige aval a un 12% de los inquilinos", dice Luis Poblaciones, de la aseguradora Das. La renta no puede ser superior al 30% de los ingresos del solicitante, que no paga ninguna comisión; sólo un mes de fianza. En seis meses de vida, la SPA no ha sido víctima de ningún impago.

María Antonia Corchado, jefa administrativa de 36 años y una de las inquilinas de la SPA, lo tiene claro: "Desde este mes vivo en un piso nuevo de 110 metros en Leganés por 760 euros al mes; en el mercado libre por ese precio sólo había casas viejas. Vi el piso y en una semana me mudé". Otros se quejan porque la SPA no ha contactado con ellos. A veces se trata de imposibles, como una mujer que quería un piso de 80 metros en la calle de Velázquez de Madrid (una de las más caras) por 100 euros. Quizá haya pasado lo mismo con la solicitud realizada por esta periodista en diciembre para un piso en Madrid por 600 euros y que no ha tenido respuesta.

Del lado de los propietarios, algunos dicen que las rentas que se fijan son a veces muy bajas. Entre los intermediarios hay de todo. Los partidarios dicen que el sistema es positivo. "Cada vez más gente prefiere alquilar con la SPA", asegura Alberto San Juan, consejero delegado de la agencia Triángulo, que tiene alquilados unos 40 pisos con la SPA. Reconoce que muchos desconfían, por "desconocimiento". "Rebajar un 18% el precio del alquiler quizá es mucho; en la práctica suele ser menor la reducción", dice Manuel Garrido, de Fincas Corral. "Estamos convenciendo a nuestros clientes de que alquilen sus pisos vacíos con la SPA".

Otros intermediarios del sector consultados señalan que hay problemas de organización, que la gestión es muy lenta y que las rentas que se ofrecen son demasiado bajas. Como dice un agente de la propiedad: "La SPA está siendo menos de lo que se esperaba, al menos de momento".

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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