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Reportaje:

Fisichella lanza el guante a Alonso

El italiano se considera a sí mismo un firme rival de su compañero en la lucha por el Mundial de F-1

Robert Álvarez

La cola ante la ventanilla del campeón y líder del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 se anima por momentos. Fernando Alonso, antes de viajar a Tokio para emprender una frenética semana de compromisos publicitarios, dijo en el circuito de Sepang que no sigue viendo más rivales en el horizonte que los mismos de la pasada temporada, Kimi Raikkonen (McLaren) y Michael Schumacher (Ferrari). Su apreciación levantó algunas suspicacias. Jenson Button, que en Malaisia obtuvo el podio número 13 de una carrera prometedora pero todavía huérfana de triunfos, considera que, mejorando un poco el rendimiento de su Honda, podrá desbancar a Alonso. Pero donde más juego dieron las palabras del español fue en el seno de su propia escudería, Renault. "No considero a Fisichella como un adversario. No será hasta las dos o tres últimas carreras cuando veamos si debemos comportarnos como rivales", puntualizó. Su apreciación fue trasladada de inmediato a su compañero. "Fernando ganó en Bahrein y yo he ganado en Sepang. Pilotamos el mismo coche. Es cierto, puedo ser un rival para él y voy a intentar que cambie de parecer respecto a mí", declaró Fisichella, que regresó a Roma, la ciudad donde nació hace 33 años, para participar en un acto publicitario de una nueva línea de perfumes y descansar antes de viajar el próximo fin de semana a Australia para preparar el gran premio que se disputará el 2 de abril en Melbourne.

Se entiende la euforia de Fisichella. Mucho más experimentado que Alonso, tuvo que hacer frente el año pasado a una etapa especialmente tormentosa. En ella se jugaba parte de su reputación como magnífico piloto a pesar de una irregular carrera en la que sólo despuntó realmente en 1998, en su primer año con Benetton, cuando logró su primera pole position y dos segundos puestos que le perfilaron como una de las más firmes promesas del Mundial. No le fue demasiado bien. Volvió a Jordan y ganó su primer gran premio en Brasil en 2003. Fue aquella carrera que no pudo ser completada a causa de un terrible accidente en que se vio involucrado Alonso y Fisichella no pudo celebrar su victoria en lo más alto del podio porque, en un primer instante y debido a un error de los comisarios, fue proclamado vencedor Raikkonen.

Fisichella fichó por Sauber y su aceptable final de temporada le valió para ser recuperado de nuevo por Flavio Briatore, que lo incorporó a Renault en 2005. Su primer gran premio junto a Alonso, en Australia, le permitió concebir esperanzas mayúsculas porque lo ganó después de haber conquistado la pole-position. Pero su vuelta a la realidad fue de lo más cruda. Víctima de todos los problemas mecánicos imaginables, concluyó el campeonato en la quinta posición.

El estreno del presente curso no hizo otra cosa que alargar su estado depresivo. Incluso le sacó de quicio porque, debido a una serie de problemas de motor, su R26 perdió potencia y tuvo que retirarse a causa de una fuga hidráulica. Mientras tanto, Alonso proseguía su marcha triunfal. Fisico tenía motivos para estar con la mosca tras la oreja. La escudería le pidió mil perdones. En Sepang se invirtieron los papeles con el grave y decisivo error cometido en el repostaje del R26 de Alonso en la fase clasificatoria. "Espero haber perdido mi gafe en Bahrein", deseó Fisichella en Sepang. "El doblete es histórico y muy importante. Demostramos que Renault es capaz de ganar con Fisichella", afirmó Briatore, el director general de la escudería. Vistas a la luz de la situación contractual de Alonso, que la próxima temporada recalará en McLaren, estas declaraciones pueden dejar entrever que Renault va a apostar fuerte por Fisichella y que si el italiano es capaz de responder al desafío no le van a faltar precisamente apoyos en su pugna con Alonso. Los 21 grandes premios en los que han competido juntos en Renault demuestran que Alonso es muy superior a Fisichella: 8 victorias a 2, 151 puntos a 68, 16 podios a 4. No hay color. El ovetense español siempre ha estado por encima de las prestaciones de Fisichella.

Casado con Luna y padre de dos hijos, Carlotta y Christopher, Fisico es un gran aficionado al fútbol. Su equipo predilecto es el Roma, y entre sus amigos cuenta con el capitán internacional del equipo giallorosso, Francesco Totti, además de Vincenzo Montella y Di Francesco. Junto a Alonso y Schumi, suele alinearse con el equipo de pilotos que disputan partidos benéficos en los días previos a la celebración de los grandes premios. Su victoria en Sepang se la dedicó a Pietro, un amigo fallecido hace sólo unos días. La desgracia, en este sentido, persigue a Fisichella, que hace ya muchos años perdió en un accidente a su mejor amigo de la adolescencia, el piloto de karts Andrea Margutti, cuando tenía 14 años.

Después de muchos sinsabores, Fisichella ha recobrado la sonrisa. "El ambiente en el equipo es fantástico. Ahora me siento bien, perfectamente integrado. Estoy impaciente por disputar el próximo gran premio y deseo continuar con este ritmo, logrando puntos para mí y para el equipo", concluye el romano, optimista y desafiante como nunca en los últimos dos años.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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