Un cirujano para extirpar la ignorancia
Pedro García Barreno, cirujano experimental y hombre del Renacimiento, va a tener un montón de trabajo en su nuevo sillón. El científico lleva más de 30 años peleando por integrar la ciencia en la cultura, y en uno de los pocos países desarrollados donde la gente culta no sólo suele ignorar soberanamente los rudimentos de la ciencia, sino que suele jactarse de ello con toda impunidad: un problema a la altura del nuevo académico, plenamente consciente de que una sociedad informada científicamente es esencial para el desarrollo de un país.
García Barreno es un médico brillante. Hace más de 15 años, su equipo implantó el primer ventrículo artificial en España, una técnica capaz de regalar a ciertos enfermos la prórroga necesaria para recibir un trasplante vital. Pero además es un prolífico escritor, editor y animador cultural entre científicos. Hace seis años logró poner a escribir a 30 de los mejores científicos españoles y, después de convencerles de que sus especialidades técnicas eran traducibles al lenguaje de los mortales, publicó La ciencia en tus manos (Espasa-Calpe), una obra por completo insólita en el mundo editorial en lengua castellana: una panorámica general de las disciplinas científicas que conforman la vanguardia del conocimiento contemporáneo, expuestas directamente por los investigadores que mejor las conocen por dentro, y editadas sin el menor respeto por la alta muralla que separa a los círculos especializados del común de los lectores.
Pedro García Barreno es catedrático de Fisiopatología en la Universidad Complutense de Madrid, miembro fundador de la Asociación Europea de Investigación Biomédica, miembro de las sociedades españolas de Bioquímica y Biología Molecular, de Cirugía y de Medicina, y también del Colegio Internacional de Cirujanos de Estados Unidos y de la Real Sociedad Británica de Medicina. Y ahora empieza lo peor.
