_
_
_
_
_
La reordenación del sector energético

La batalla por Endesa aceleró la fusión de Suez y Gaz de France, según sus directivos

Agbar afirma que la presencia del Estado francés en su capital "no cambiará su trayectoria"

La fusión entre Gaz de France (GdF) y Suez llevaba meses gestándose, pero la situación creada por la contraoferta de la alemana E.ON sobre Endesa y el interés de la italiana Enel sobre Suez fueron el detonante que desencadenó el matrimonio anunciado precipitadamente por el primer ministro francés, Dominique de Villepin. "Cuando se ve lo que pasa en España hay que reaccionar", afirmó Jean-François Cirelli, primer ejecutivo de GDF. Ayer el Gobierno italiano expuso sus quejas ante la Comisión Europea por las actitudes "proteccionistas" de algunos Gobiernos, en alusión a Francia.

Ayer, en París, Gerard Mestrallet, actual presidente de Suez y futuro numero uno de Gaz de France (GDF), explicó en una conferencia de prensa los detalles de la fusión y aclaró las razones de la misma, junto con Jean-Francois Cirelli, primer responsable de la gasista francesa y próximo número dos del gigante energético.

Mestrallet y Cirelli reconocieron el papel determinante del Gobierno francés en una operación que se enmarca en la teoría del "patriotismo económico" que defiende el Ejecutivo. La explicación, según Cirelli, hay que buscarla en la evidencia de que el mundo de la energía evoluciona rápidamente. "Cuando se ve lo que pasa en España hay que reaccionar", dijo el presidente de GDF. El interés de Enel por Suez, y especialmente por su filial Electrabel, que controla el mercado belga, también influyó, si bien, según Mestrallet, no hubo contactos con Enel.

Estos últimos días, la mayoría de los expertos apuntaba a que el área de medio ambiente y distribución de agua se vendería para que el nuevo grupo se centre exclusivamente en la energía, una decisión que tiene implicaciones en España. Suez controla conjuntamente con La Caixa un 47,1% del capital de Aguas de Barcelona (Agbar), además de poseer de forma directa otro 1,4% del grupo español.

Así, la fusión de Suez con el grupo público GDF implicará que el Estado francés controlará cerca de un 9% del capital de Agbar, una circunstancia que "no preocupa en absoluto" al nuevo presidente de la compañía, Jordi Mercader. Éste descartó que Suez abandone el capital y la presencia pública "no debe tener ninguna repercusión en la trayectoria de Agbar", que continuará por ahora con su proyecto propio de crecimiento, informa Ariadna Trillas. La empresa quiere relanzar sus inversiones (hasta 600 millones de euros) tras dos años de ventas de negocios no rentables.

La fusión de Suez y GDF será sometida al visto bueno de la Comisión Europea en abril y debería cerrarse antes de final de año. Antes, el Gobierno francés -que intentará limitar el impacto de la operación sobre el empleo- debe cambiar la ley que le impide vender más del 70% de GDF.

La fusión será precedida del abono por parte de Suez de un dividendo excepcional de un euro por acción, lo que equivale a 1.250 millones de euros. Después se aplicará una relación de una acción de Suez por una de GDF, lo que supone para los accionistas de la gasista una prima de 3,9% sobre su cotización media en los tres últimos meses.

Las tensiones generadas en el mercado europeo de la energía por las OPA y contraopa lanzadas sobre dos grandes empresas, Endesa y Suez, están provocando una fuerte confrontación entre los países afectados y serias divisiones en la Comisión Europea. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, acudió ayer a Bruselas para exponer sus quejas ante la comisaría de Competencia, Neelie Kroes, por las actitudes "proteccionistas" del Gobierno francés.

Medidas de defensa

Tras su entrevista, el ministro italiano manifestó: "Hemos acordado que hay que evitar las asimetrías en el proceso de la liberalización del mercado". El acuerdo anunciado por Tremonti fue interpretado por fuentes italianas como un reconocimiento del principio de reciprocidad.

Según este principio, los Estados pueden aplicar medidas de defensa para proteger las empresas de su país cuando son atacadas por sociedades extranjeras con participación estatal. La Comisión no confirmó este pacto. Tremonti alertó sobre el creciente auge del proteccionismo y su efecto negativo sobre la construcción europea.

Horas antes, el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, afirmó que la fusión entre el grupo público Gaz de France y la sociedad privada Suez "no es ilegal en la forma, pero amenaza con dar un fuerte golpe al espíritu europeo comunitario".

El portavoz de la Comisión, Johannes Laiterberger, aseguró que las autoridades comunitarias habían "reaccionado de la misma manera" tanto en el caso de España como de Francia en los procesos de fusiones energéticas. En su opinión, la diferencia entre ambos casos es que en el supuesto español lo que se analiza es la aplicación del derecho comunitario a una operación en marcha, mientras que el de Gaz de France-Suez supondría prejuzgar una operación que aún no se ha comunicado.

Mestrallet (sentado), presidente de Suez, junto al máximo ejecutivo de GDF, Cirelli, explican el acuerdo.
Mestrallet (sentado), presidente de Suez, junto al máximo ejecutivo de GDF, Cirelli, explican el acuerdo.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_