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Reportaje:

La búsqueda de Juan Mieg

El artista vitoriano expone en una galería de Bilbao una veintena de sus trabajos más recientes

Juan Mieg (Vitoria, 1938) defiende que "pintar es la aventura de buscar" un cuadro que no sabe cómo va a ser ni en manos de quién va a acabar. Su aventura comenzó hace más de 40 años, pasó por el grupo Orain, que fundó junto a Carmelo Ortiz de Elgea, Joaquín Fraile, Alberto Schommer y Jesús Echevarría, y sigue rodando con sus formas abstractas y sus colores suaves. Una veintena de lienzos pintados en el último año conforman la exposición que presenta hasta el próximo 28 de febrero en la galería bilbaína Juan Manuel Lumbreras (Henao, 3).

En la muestra no hay rupturas con el trabajo de los últimos años. "En mi pintura hay una progresión muy lenta, que ahonda en la misma historia", dice. Mieg comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, para continuar sus estudios en Barcelona, Madrid y París. En esta última ciudad llegó su relación con el informalismo europeo y el expresionismo abstracto norteamericano, antes de regresar a Vitoria y dar a conocer en 1966 su trabajo dentro de Orain.

Enrique Brinkmann, Premio Nacional de Calcografía, exhibe 16 obras sobre papel

Mieg confiesa que la experiencia en un oficio al que ha dedicado tanto tiempo le ayuda a enfrentarse a lienzo en blanco. "Hace años pintaba con cierto sufrimiento. Ahora es una emanación, más natural. Es más fácil: surge y lo ordenas", dice. "La edad te da muchas pistas". Sólo dos de las pinturas que presenta en la exposición fueron realizadas hace dos años; el resto ha salido de su taller de Vitoria en los últimos 12 meses. "Dedico muchas horas a pintar. No sirvo para otra cosa", bromea. "Pintando me encuentro a mí mismo, me prolongo y estoy muy a gusto".

Organizar la exposición no le ha restado tiempo para seguir trabajando. La pasada semana, en la víspera de la inauguración, aún tuvo tiempo de tomar los pinceles y ponerse a la tarea.

El autor asegura que en cada nueva exposición encuentra energías para continuar trabajando. "En el taller no tengo espacio suficiente, pero cuando cuelgas la obra en una sala de exposiciones y puedes ver todos los cuadros juntos, todo que da muy claro. Es el momento de reflexionar. Y de seguir pintando, claro". Para Mieg, cada cuadro es un autorretrato que muestra "los rumores más íntimos".

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Junto a la obra de Mieg, Juan Manuel Lumbreras presenta una selección de piezas de Enrique Brinkmann (Málaga, 1938), Premio Nacional de Calcografía 1994. El galerista encuentra en ambos artistas "cierto paralelismo en sus proyectos, marcados por el informalismo lírico, de paleta contenida".

La exposición muestra 16 obras sobre papel y cartón de Brinkmann, un artista de gran vinculación con el dibujo, por el que ha obtenido numerosos premios y ha participado en gran cantidad de certámenes internacionales. El pasado enero, por ejemplo, recibió en Madrid el premio A una Vida de Arte, que concede el Ministerio de Cultura. El soporte cobra gran importancia en sus trabajos. En ocasiones, Brinkmann dibuja sobre papel hecho a mano. "Tengo vicio con el papel, compro, lo toqueteo... Tengo para tres vidas", confiesa.

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