Se querella contra su hermano por un premio de la Primitiva
José R. y su hermano, Francisco Antonio, compartían muchas cosas hasta hace poco. Los dos son transportistas, viven a menos de 50 metros el uno del otro en Badia del Vallès, y los domingos tomaban el vermut. Otra cosa que hacían conjuntamente y religiosamente desde hace cinco años, según José, es rellenar un boleto de la lotería primitiva. El pasado 21 de enero acertaron las tres combinaciones, y el premio, 735.000 euros, ha dado un giro de 180 grados a su estrecha relación.
José presentó el pasado miércoles una querella criminal contra su hermano por "apropiación indebida". Según él, su hermano se quedó con el resguardo del boleto y ahora no quiere compartir el premio. "Hablé con él y al final reconoció que el nuestro era el boleto ganador, me ofreció pagarme sólo cinco millones de pesetas, un millón por cada año jugado, pero le dije que ni hablar porque la primitiva es de los dos".
José asegura: "No parece mi hermano, es una actitud que nunca había visto en él, teníamos una relación muy buena, es inimaginable, por una vez que nos toca, y que haga esto".
El denunciado mantiene que el boleto ganador no es el que rellenó con su hermano, sino otro que selló después. "Todo es mentira", declaró Francisco Antonio a Efe. El abogado de José, Francisco Pelayo, asegura que eso no es posible porque el boleto se rellenó a las 13.10 horas: "después se fueron juntos a comer, llegaron a casa a las 13.55 y la administración de lotería cierra a las 14.00". El abogado ha pedido al juzgado que pregunte a la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado si ya ha sido cobrado el premio, que certifique dónde y cuándo fue sellado y que, en su caso, congele su pago hasta el dictamen del juez.
