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Los médicos afirman que la vida de Sharon está fuera de peligro inmediato

Los familiares tratan de estimular al enfermo con música de Mozart y con su plato favorito

Seis días después de sufrir una hemorragia cerebral masiva, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, continuaba anoche su lentísima recuperación. Los doctores del hospital Hadassah de Jerusalén siguen estimulando los sentidos de un paciente que ayer respondió con leves subidas de presión sanguínea a la voz de Omri, uno de sus hijos. Los médicos aseguran que su recuperación nunca será completa, aunque aún es pronto para saber los daños. "Tenemos un largo camino por delante. Pero no hay riesgo inmediato para su vida", afirmo Yoram Weiss, jefe de los anestesistas.

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Reducida la sedación paulatinamente, "el primer ministro ha movido el brazo derecho y la pierna derecha con mayor vigor que ayer [por el lunes], y hoy ha movido el brazo izquierdo", afirmó el director del hospital, Shlomo Mor Yosef. "Ello supone", añadió, "un ligero avance en sus capacidades. Se ha producido una leve mejoría en sus funciones neurológicas".

Según informó la Radio del Ejército, para provocar reacciones en los sentidos del jefe del Gobierno, de 77 años y más de 140 kilogramos de peso, se utilizaron métodos variopintos. Omri Sharon habló a su oído y la presión arterial se elevó. También se le hizo escuchar sinfonías de Mozart -Sharon es un melómano que adora el violín-, y para comprobar si el olfato responde se colocó ante él un plato de shawerma, una de sus especialidades culinarias predilectas. Aunque la anestesia ya está reduciéndose, "llevará tiempo despertar al primer ministro, hay que ser pacientes", insistió Weiss.

Los doctores del centro clínico no ocultan su hastío por las opiniones vertidas por otros colegas que han discrepado acerca del tratamiento recibido por el gobernante. El diario Haaretz informaba ayer de que uno de los especialistas del equipo médico que atiende a Sharon aseguró que el jefe del Ejecutivo sufría una enfermedad cerebral (que se descubrió después de las hemorragias padecidas desde el 4 de enero y no tras su primer infarto leve del 18 de diciembre) que desaconseja la receta de los anticoagulantes tradicionales. Mor Yosef rechazó entrar al debate. "Hemos evitado contestar a las críticas de expertos sobre el tratamiento que administramos durante el primer internamiento y el segundo. Seguiremos esa política", señaló el director del hospital. Y concluyó: "Los médicos del Hadassah conocían el diagnóstico que sufría el primer ministro desde la noche en que ingresó en el centro la primera vez". Médicos de este hospital apuntaron que, sabedores de esa dolencia, se le suministraron unos anticoagulantes de última generación, más ligeros, que reducen el riesgo de provocar hemorragias.

Y la vida política empieza a recobrar el pulso, también pausadamente. Aunque los partidos rivales de Kadima (Adelante, en hebreo), mantienen suspendida su campaña para las elecciones del 28 de marzo, comienzan a escucharse en esos partidos voces críticas contra ese paréntesis. Aducen que sus rivales de Kadima, con el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, a la cabeza, aprovechan sus cargos para promocionarse ante el silencio de sus contrincantes.

Un judío ortodoxo pasa junto a una pancarta de apoyo a Sharon en el hospital de Hadassah, de Jerusalén.
Un judío ortodoxo pasa junto a una pancarta de apoyo a Sharon en el hospital de Hadassah, de Jerusalén.ASSOCIATED PRESS

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