Los bancos no cerraron

Las oficinas bancarias registraron ayer una actividad frenética en Vic. El objetivo era captar clientes afortunados, y varias oficinas permanecieron abiertas excepcionalmente durante todo el día.

"A nuestras oficinas ha venido mucha gente con su décimo, pero también hemos ido con nuestro personal a la calle a captar clientes agraciados", reconoció ayer el director general de Caixa Manlleu, Dídac Herrero. Esta entidad es la más pequeña de las cajas catalanas, pero su origen y casi la mitad de sus 100 oficinas están en la comarca de Osona y en particular en su capital, Vic, donde tiene ocho.

"A muchos agraciados los conocemos y han consignado su participación o su décimo en nuestras oficinas. Aún es pronto para saber cuánto dinero se ha depositado en nuestras oficinas", afirmó el director general de Caixa Manlleu, que administra unos recursos ajenos de 1.400 millones de euros, apenas tres veces más de los 510 millones que ha dejado el gordo.

Pero las compras aún no se hicieron notar en la localidad. El director de una de las entidades bancarias encargadas de tramitar el cobro de los décimos, Agustí Arroyo, explicó el motivo: los trámites para cobrar son largos.

"Se han dado anticipos a las familias más necesitadas, que ahora podrán celebrar la Navidad de forma mucho más desahogada", dijo Arroyo.