La ONU pide a EE UU que aclare si tiene cárceles secretas
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, pidió ayer a los países firmantes de la convención internacional contra la tortura que articulen con claridad qué prácticas consideran apropiadas en los interrogatorios a presuntos terroristas, para evitar abusos como los que están aflorando a raíz de los ataques terroristas del 11-S. Arbour pidió al Gobierno de Estados Unidos que sea preciso a la hora de esclarecer si mantiene centros de detención secretos. "¿Dónde están, cuántos hay y a cuántos presos tienen retenidos?", se preguntó.
"Si no [existe esa aclaración por parte de EE UU], será muy difícil determinar si son centros apropiados o legales", añadió la responsable de Derechos Humanos de Naciones Unidas, quien insistió en que la prohibición internacional de la tortura debe vetar expresamente la transferencia de personas a lugares donde podrían ser víctimas de tortura o de malos tratos, independientemente del crimen que hayan cometido o de la actividad sospechosa. "La búsqueda del objetivo de la seguridad a cualquier coste puede crear un mundo en el que nadie esté seguro y libre", remachó.
La alta comisionada destacó la erosión que está sufriendo la Convención Internacional contra la Tortura en los últimos tiempos, pero evitó relacionar directamente esta degradación con la estrategia que sigue Estados Unidos en la lucha global contra el terrorismo.
"Es difícil de juzgar porque no sabemos lo que está pasando", afirmó. Arbour explicó que la prisión de Guantánamo se diseñó como un "agujero negro" o "lugar sin nombre" que permite a EE UU "evitar los controles que se espera de una sociedad democrática".
Compromiso
En cualquier caso, la alta comisionada agradeció que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, aclarara en su reciente viaje oficial a Alemania su compromiso con la Convención contra la Tortura.
Arbour insistió en que es indispensable que los países firmantes de la Convención contra la Tortura establezcan con claridad "qué es lo que se prohíbe" o qué prácticas se consideran apropiadas para los interrogatorios. Para la alta comisionada hay que evitar escudarse en conceptos genéricos del tipo "daño físico intenso".
Sobre el reciente caso o de los malos tratos a 173 prisioneros bajo custodia de las autoridades policiales iraquíes, Arbour dijo que es necesaria una investigación internacional que aclare lo sucedido "en vista de la aparente tortura sistemática".
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