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El futuro Instituto de Investigaciones Biomédicas de Sevilla contará con un mínimo de 200 científicos

El futuro Instituto de Investigaciones Biomédicas de Sevilla (IBIS), que será construido en una parcela anexa al Hospital Virgen del Rocío, contará con un personal científico de al menos 200 investigadores. Así lo señaló ayer en Sevilla el que será director del centro, José López Barneo -actual jefe del Laboratorio de Investigaciones Biomédicas del Virgen del Rocío- en el transcurso de una jornada sobre investigación biomédica en España. Antes, la consejera de Salud, María Jesús Montero, afirmó que la constitución del IBIS se materializará en un "breve plazo", una vez redactados los documentos jurídicos.

El encuentro, organizado por la Consejería de Salud, en colaboración con la firma farmacéutica Roche Farma, se desarrolló bajo el título Del laboratorio al mercado. Los temas tratados fueron la situación y organización del proceso investigador, resultados con éxito de procesos de investigación y , por último, el problema de las patentes y la propiedad intelectual de las mismas. Entre la veintena de expertos convocados se encontraba el vicepresidente ejecutivo para el desarrollo de negocio, licencias y alianzas de Roche Farma, Peter Hug. Este alto cargo de la multinacional de medicamentos eludió responder a las preguntas de la prensa sobre la posible liberalización de la licencia del Tamiflú, único antiviral que hasta el momento se conoce para combatir el virus de la fiebre aviar.

José López Barneo se centró en las características del IBIS, que puso como ejemplo de modelo de investigación transnacional que une la investigación básica con la aplicación clínica "de forma interrelacionada". Eso se consigue, explicó, gracias a que ambas se dan en un mismo espacio: un hospital universitario, como el Virgen del Rocío. "Es en un hospital donde se encuentran los principales problemas de salud que la ciencia debe resolver", dijo "pero además, allí están las instituciones universitarias necesarias, con una gran concentración de personal y tecnología de alto nivel". López Barneo recordó, por otro lado, que el futuro centro de investigaciones sevillano, que ocupará 7.000 metros cuadrados y cuenta con un presupuesto de 10,5 millones de euros, tendrá laboratorios para analizar proteínas, ADN y virus.

En las mismas jornadas intervino Bernart Soria, el investigador que dirigirá el Centro Andaluz de Biología y Medicina Regenerativa (Cabimer). Este organismo, junto al IBIS, podría adscribirse a los Centros de Investigación Biomédicas en Red (CIBER), que planea crear el instituto de salud Carlos III. Soria defendió la necesidad de crear más espacios para los jóvenes científicos. "Los investigadores de entre 30 y 40 años tienen en este momento menos oportunidades de las que disfrutamos los de mi generación, que ahora ronda los 60", dijo. En este sentido, el biólogo recordó el "enorme esfuerzo" que España realizó entre 1985 y 1990 para crear una base de profesionales de la ciencia. "Los jóvenes de entonces, nosotros, relegamos a la generación anterior, pero ahora no estamos permitiendo que nos releven. Somos una losa sobre los jóvenes. Y eso no puede ser. Ellos necesitan más espacio y más libertad para desarrollar sus propios proyectos". Bernat Soria afirmó que espera crear esos espacios en el Cabimer que se construirá en la isla de la Cartuja, en Sevilla.

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