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La sanidad en la agenda política

La sanidad ha entrado en la agenda política, porque es una de las cuatro prioridades de los ciudadanos y porque se está utilizando como herramienta de confrontación partidista. La utilizó el Partido Popular cuando estaba en la oposición y lo hace ahora desde el gobierno de la Generalitat contra el Gobierno del Estado. Olvidando que es el único y total responsable de la financiación, planificación y gestión de la sanidad valenciana en los diez años que lleva gobernando.

El debate político y las propuestas sobre la reforma de la sanidad deberían tener algunas consideraciones como base de partida: la sanidad publica, universal y gratuita, como componente básico del Estado del Bienestar, es parte del pacto social en el que se basan las sociedades democráticamente desarrolladas. La sanidad contribuye de forma importante a la política de redistribución de la riqueza, La sanidad debe ser considerada, no sólo como un sector de gasto, sino como un sector productivo y generador de empleo.

Después de diez años de gobierno del Partido Popular, la sanidad pública valenciana se caracteriza por la incapacidad para resolver los problemas de los ciudadanos y el oscurantismo en la gestión. Persisten problemas de salud pública como el caso de la legionelosis de Alcoi o las listas de espera, que después de varios programas y más de 20 millones de euros inyectados a las clínicas privadas siguen sin resolverse y da la sensación de que estos dos problemas, tomados como ejemplo, fuesen una maldición con la que hemos de convivir ahora y generaciones venideras. Realizan una gestión oscurantista, mientras que en otras comunidades, incluso gobernadas por el PP, publican los datos de tiempos y listas de espera, aquí se ocultan y manipulan. La misma falta de transparencia que en la información económica de la Conselleria de Sanidad y en las relaciones que mantiene con el sector privado. Así, la Oncología y Radioterapia de Benidorm, ha sido concertada con la clínica del mismo nombre, de la que es propietario el Sr. que ha paseado en barco a Zaplana y Aznar. Mientras, los aparatos de radioterapia del hospital público de San Juan de Alicante permanecen obsoletos.

Con su gestión han generado un sistema sanitario insolidario, no todos los valencianos tienen acceso a los mismos servicios y existen importantes desequilibrios territoriales. De los cuatro servicios de cirugía cardiaca existentes, tres están en Valencia y uno en Alicante, estos servicios ya existían en el año 95, no se ha creado ni uno nuevo. Los enfermos en lista de espera de cirugía cardiaca de Alicante y Castellón son remitidos a clínicas privadas en Valencia. Mientras, dentro de la escasez de recursos, en Orihuela y Elx el número de especialistas por mil habitantes es de 0,7, en el ámbito de influencia del Hospital Clínico y la Fe de Valencia es de 1,1 y 3,3 respectivamente. Lo mismo ocurre con las camas hospitalarias y demás recursos sanitarios.

En el hospital de la Ribera, se atiende con prioridad a ciudadanos de otras comarcas, por los que la empresa factura cantidades sustanciales que incrementan su cuenta de resultados. Los colectivos más frágiles sufren graves carencias (enfermos mentales, discapacitados, terminales), incumpliendo los objetivos que señalaba para 2004 su propio Plan de Salud mental, además de estar a la cola del estado español en recursos para cuidados paliativos.

Fraccionado y sin cohesión interna, en el año 2006, cerca del 25% de la población valenciana (Alzira, Dénia, Torrevieja) recibirá atención sanitaria por medio de aseguradoras privadas, sobre las que no existe ninguna posibilidad de control ciudadano y que además fomentaran el doble aseguramiento. Con esta forma de gestión se perderán cerca de 600 plazas de facultativos especialistas del sector público y la Conselleria habrá perdido toda capacidad para analizar los mecanismos de selección y contratación de los profesionales en los hospitales antes citados

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Endeudado: la deuda en diciembre del 2003 se elevaba 1.124,4 millones de euros, lo que suponía el 30% del presupuesto final de la Conselleria de Sanidad para ese año, la demora en pago a los proveedores es tal que las empresas sanitarias están constituyendo asociaciones de empresas para reclamar los intereses de demora. Con el mismo modelo de financiación, otras comunidades no han llegado a esos niveles de endeudamiento y prestan más servicios ¿qué ha pasado y cómo ha gestionado el PP el presupuesto público en sanidad?

En el momento actual, es una realidad que la sanidad que queremos necesita más recursos económicos. De hecho, lo que invierte el gobierno valenciano en sanidad se sitúa por debajo de países con menos recursos económicos. La Comunidad Valenciana está por debajo de la media en gasto sanitario por habitante. El Gobierno estatal ya ha hecho sus deberes ha puesto más dinero ¿qué piensa hacer el gobierno de Camps?

El próximo gobierno de la Generalitat se encontrará con este panorama y tendrá que dar respuesta a varias cuestiones: financiación. Nuevas formas de gestión, léase Alzira, Dénia, Torrevieja. Personal sanitario desmotivado por su poco reconocimiento laboral, social y económico. Los ciudadanos esperan respuestas claras y convincentes. La sanidad posiblemente no gana ni pierde elecciones pero es un pilar del Estado del Bienestar.

José Mayans Ferrer es médico y militante del PSPV-PSOE.

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