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La policía investiga qué ha hecho el Ayuntamiento de Málaga con la arena de playa contaminada de Huelin

La Policía Autonómica mantiene abierta una investigación para esclarecer el destino que el Ayuntamiento de Málaga ha dado a 300 toneladas de arena contaminada de hidrocarburo en la playa de Huelin sobre la que existen indicios de que han ido a parar al vertedero municipal de Los Ruices, y no a uno especial como determina la ley, así como si esta arena fue trasladada en vehículos debidamente homologados y por una empresa autorizada por la administración para estas tareas. El delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Málaga, Ignacio Trillo, ha advertido de que si se comprueba que la arena contaminada ha sido vertida en Los Ruices llevará el asunto a la Fiscalía.

El pasado mes de abril, durante los trabajos de excavación para la construcción de dos chiringuitos concedidos por el Ayuntamiento, aparecieron manchas de hidrocarburos en la arena que, según los análisis realizados, sobrepasaban los límites admisibles. La zona está junto a la parcela que ocuparon los antiguos depósitos de Campsa y que ahora es el Parque Huelin, y se atribuyeron las manchas a restos de hidrocarburos fugados de la tubería que conectaba los depósitos con el punto de descarga de petróleo en el puerto.

El Ayuntamiento pidió entonces autorización a la Consejería de Medio Ambiente para la retirada de los residuos, y ésta le permitió hacerlo siempre que se lo encomendara a una empresa autorizada y que la arena fuera llevada al depósito para este tipo de residuos en Palos de la frontera (Huelva).

Los trabajos fueron encomendados a la empresa pública Egmasa y se iniciaron el 3 de mayo, pero seis días después, ésta decidió interrumpirlos ante la falta de garantía del pago. El Ayuntamiento pidió Egmasa que pasara la factura a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), propietaria de los antiguos depósitos y a la que responsabiliza de la existencia de estos residuos.

Pero para CLH fue toda una sorpresa recibir la factura de Egmasa, que asciende a 120.000 euros por algo más de 1.000 toneladas retiradas hasta que interrumpió los trabajos. CLH dijo al Ayuntamiento que la tubería origen de la contaminación no era suya, sino de Endesa, y protestó porque sin su consentimiento se emitieran facturas a su nombre. Con todo, la compañía aseguró estar dispuesta a aportar 24.000 euros.

Ante la falta de acuerdo sobre el pago, Egmasa mantuvo interrumpido los trabajos, pero el 30 de mayo comprobó que había desaparecido parte de la arena pendiente de traslado. El Ayuntamiento confirmó entonces que se había encargado a otra compañía autorizada los trabajos. La nueva empresa ha retirado ya 300 toneladas, pero según Medio Ambiente lo ha hecho en vehículos no homologados y, supuestamente, a un vertedero municipal, lo que supone un claro incumplimiento de la ley.

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