Ocho referendos pendientes de París
Un 'no' en Francia tendría efectos devastadores sobre las consultas que celebrarán otros ocho países de la UE
Un no en Francia el domingo puede tener un efecto carambola sobre los referendos próximos en otros países de la Unión. Ocho son los que tienen previsto celebrar esa consulta popular, Holanda, Reino Unido, República Checa, Dinamarca, Polonia, Portugal, Irlanda y Luxemburgo, pero es en el primero, que se celebrará el 1 de junio, y en el segundo donde las consecuencias podrían ser devastadoras para el tratado y el futuro de la Unión. Unos pueden precipitarse hacia el no, y otros simplemente decidirán no convocar, porque, como un alto funcionario británico ha anticipado, "sobre la nada no se puede votar".
El tratado quedará "muerto y enterrado", opinan los analistas, habrá una crisis sin precedentes que repercutirá sobre el crecimiento económico y abrirá las puertas al nacionalismo, al proteccionismo, a la división de la UE... "Un no francés será un golpe durísimo a la UE y el caos está asegurado", en opinión de José Ignacio Torreblanca, experto en temas europeos del Instituto Elcano.
Los sectores del 'no' en Reino Unido cuentan con la poderosa alianza de la prensa
Mucha gente en Holanda cree que votar en contra es bloquear el ingreso de Turquía
En algunos de los que optaron por el referéndum, el no y el sí fluctúan con rapidez en los sondeos y en las campañas por el no se mezclan todo tipo de argumentos reales o falsos. "Éstos, en particular en Reino Unido y Holanda, poco tienen que ver con la Constitución, que no cambia nada de lo que ya existe", afirma Daniel Keohane, experto en UE del Centre for European Reform (CER), con base en Londres.
Reino Unido, el socio más euroescéptico, espera celebrar el referéndum a primeros de 2006 y, pese a la lejanía, la campaña por el no está en auge, con unas perspectivas muy negras para el tratado. Los empresarios, tradicionalmente los más favorables a la Unión, día a día unen sus fuerzas a sindicatos, economistas y parlamentarios para rechazarlo. Los últimos sondeos dan una mayoría de votos al no (54%) frente al sí (30%). Keohane explica el porqué de la fobia antieuropea. "Los británicos carecen de constitución escrita, y se les hace muy raro que les quieran imponer una. Creen que con ello se trata de establecer un superestado federal, y eso les pone nerviosos". Hay otra causa no menos importante: la gente está muy preocupada por la inmigración y piensa que "la fuente del problema es la Unión".
Los sectores del no cuentan con la poderosa alianza de casi toda la prensa británica, en particular de la sensacionalista. Charles Grant, director del CER, asegura que la mayor parte de su información sobre el tratado "es exagerada, y a veces falsa". Esa ofensiva y las perspectivas de un no en Francia tienen perplejo al Gobierno de Tony Blair, cuya línea oficial, por ahora, es seguir adelante con la consulta, pero su secretario de Estado para asuntos europeos, Douglas Alexander, ya ha anticipado que el rechazo francés tendrá "serias consecuencias" sobre el referéndum británico, porque "no se puede votar sobre nada".
El euro y Turquía pueden derrotar el sí y hacer ganar el no en el primer referéndum de la historia de Holanda, dos días después del francés. Aunque no tendrá carácter vinculante, será aprobado por el Parlamento si la participación supera el 30%. Los holandeses aguardan expectantes lo que ocurra en Francia. "No hay duda de que un resultado negativo tendrá una influencia profunda en el nuestro", asegura Tim Eestermans, secretario de la Embajada de los Países Bajos en Madrid, que se muestra optimista, pese a que en los últimos sondeos el no avanza considerablemente (67%). El mensaje del no parece más atractivo a los votantes que el del sí, cuyo contenido no logran captar. Los argumentos de la extrema izquierda, de la extrema derecha y de "los partidos confesionales" calan mejor en la gente. Los asesinatos de Pim Fortuyn y Theo van Gogh han desencadenado una oleada xenófoba y creado una profunda preocupación por la inmigración, en su mayoría musulmana. "La gente cree que la UE no hace nada para controlarlo", añade Eestermans, y como resultado muchos holandeses se oponen a un eventual ingreso de Turquía en la Unión, país musulmán, por temor a una invasión. "Creen que de esta manera bloquearán el ingreso turco", argumenta Keohane.
Dinamarca será el quinto país de la UE en celebrar referéndum, el próximo 27 de septiembre, y los sondeos hoy dan por seguro el sí. El primer ministro, Anders Fogh Rasmussen, que ha anticipado que no desconvocará el referéndum por un no francés y holandés, considera que "si uno o más países rechazan la Constitución, nos arriesgamos a una división total" de Europa. "El ambiente en Dinamarca es muy positivo, y la campaña empezará a primeros de junio", asegura Marianne Thomsen, consejera de la Embajada danesa en Madrid.
En Polonia, el Gobierno pudo decidir la ratificación en el Parlamento, pero su debilidad parlamentaria, como en la República Checa, donde los grandes partidos están divididos, le ha llevado a preferir el referéndum. Los últimos sondeos señalan un 60% a favor del sí frente a un 14% por el no, pero el Gobierno reconoce la importancia que tendría para su consulta un sí francés. Se requiere un 50% de participación para que un referéndum resulte válido en Polonia, y los sondeos señalan que un 61% irá a votar. El presidente Aleksander Kwasniewski ha propuesto el 9 de octubre (el mismo día que las elecciones presidenciales) para el referéndum.
En la República Checa, la consulta probablemente será en junio de 2006, coincidiendo con las elecciones generales, por la misma razón que en el caso polaco: conseguir una alta participación electoral. Sin embargo, el sondeo más reciente muestra un alto porcentaje (63%) a favor del sí, aunque los analistas checos asumen que los resultados en los referendos francés y holandés influirán en la opinión pública.
Los otros tres referendos por venir son los de Irlanda, Portugal, y Luxemburgo, y estos dos últimos, en donde hay muy poca oposición euroescéptica, son los que con mayor probabilidad votarán sí ocurra lo que ocurra en Francia y Países Bajos. El Gobierno portugués quiere celebrarlo en octubre próximo, y Luxemburgo lo tiene fijado para el 10 de julio. En cuanto a Irlanda, ya echó abajo un tratado de la UE en referéndum, aunque lo aprobó en una segunda consulta. Un sí se considera probable, pero después de un no francés y holandés, nadie se atreve a vaticinar.
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