Piqué presentará una moción de censura si Maragall no convoca un pleno sobre el 3%

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, anunció ayer que presentará una moción de censura contra la Generalitat si su presidente, Pasqual Maragall, se niega a dar explicaciones en un pleno extraordinario sobre la acusación de que CiU cobraba un 3% de comisión en la adjudicación de obra pública. Las probabilidades de que se presente la moción son muy elevadas, pero las de que prospere son nulas, ya que el PP tiene sólo 15 diputados. El primer grupo de la oposición, CiU, con 46 diputados, baraja también presentar una moción, y Piqué intenta tomar la iniciativa.

El panorama político catalán parece encaminado sin remedio hacia la celebración de una moción de censura contra el presidente de la Generalitat. Piqué puso ayer como condición indispensable para evitar esta situación que Maragall acceda a explicar "qué es exactamente lo que quiso decir" en su acusación sobre el 3%.

El líder del PP catalán pretende que Maragall se explique y que lo haga en el Parlamento autónomo, el mismo lugar donde se inició la crisis. Por ello, anunció en una conferencia de prensa que solicitará la celebración de un pleno extraordinario. Piqué reconoció que es muy difícil que su propuesta salga adelante ya que ni tiene suficientes diputados para forzarla, ni dispone, por ahora, del apoyo de otro grupo.

Sin embargo, se sacó un as de la manga al anunciar que presentará una moción de censura para, de esta forma, "forzar" el debate si el resto de los partidos se niega a celebrar el pleno. En este caso, el PP sí tiene capacidad para hacerlo, ya que cuenta con 15 diputados en la Cámara y se requieren 14. Que la moción prospere es otro asunto. Para ello se precisa una mayoría absoluta, de 68 escaños, que ni PP y CiU juntos pueden reunir. El Gobierno tripartito cuenta con una mayoría de 74 diputados.

También CiU se ha reservado la posibilidad de recurrir a la moción de censura contra Maragall. Cuando se presente, sea cual sea el grupo que lo haga, la ley prevé la posibilidad de que otro grupo presente también otra en las 48 horas siguientes.

El líder del PP, Mariano Rajoy, entró de pleno en la crisis con un mensaje idéntico al de Piqué. Rajoy aconsejó al presidente de CiU, Artur Mas, que acuda a los tribunales si considera que su formación es inocente y pidió la dimisión de Maragall "si no es capaz de probar" sus acusaciones. Las reacciones de los socialistas catalanes llegaron de la mano del primer secretario, José Montilla, que calificó las palabras de Rajoy de "ocurrencias" y lamentó que aún viva bajo "la larga sombra de Aznar". Montilla, que avisó de que su grupo se opondrá a la celebración de un nuevo pleno en el Parlamento, también se refirió a las palabras de Maragall en Uruguay sobre una posible "involución" del PSOE en materia autonómica. Dijo que sus palabras "se sacaron de contexto" y reivindicó el compromiso del presidente Zapatero con la España plural.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, anunció ayer las iniciativas que su grupo propondrá en el Congreso de los Diputados para ayudar a los vecinos del Carmel: un comisionado para coordinar la acción de las Administraciones o la solicitud para declarar al barrio zona catastrófica. En un ámbito más político, Zaplana avanzó que la sesión de control al Gobierno del miércoles será monográfica y que pedirá la comparecencia de los ministros de Vivienda, de Industria y de Fomento.