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El PP reclama un nuevo calendario para acelerar la reforma del Estatut

El PSPV quiere que Castellano explique sus razones en la comisión

El PP insistió ayer de nuevo en modificar el calendario previsto en la comisión parlamentaria que estudia la reforma del Estatut. El portavoz popular, Serafín Castellano, convocó a los miembros de la ponencia, integrada por una parte de los integrantes de la comisión parlamentaria, a una reunión el próximo martes para intentar acelerar los trabajos. El PSPV considera que el PP debe explicar en comisión sus motivos para cambiar los plazos ya aprobados.

Los populares volvieron ayer a meter prisa a la comisión de las Cortes Valencianas que estudia la reforma del Estatut para conseguir que el dictamen sea ratificado en el Congreso de los Diputados el próximo mes de marzo, por delante de la reforma catalana.

Serafín Castellano insistió en que "perfectísimamente" puede aprobarse en marzo de 2005 la reforma del Estatut "de manera posibilista y realista y sin problema ni precipitación", aunque indicó que si hay que retrasar la aprobación unas semanas "se hará dentro de lo prudente". "A lo que no estamos dispuestos es a ir detrás de los demás", destacó Castellano, que afirmó que la Comunidad Valenciana no tiene que mirarse en el espejo de nadie ni tiene que esperar a que otras comunidades autónomas presenten primero su propuesta.

La celeridad con la que el Consell quiere tramitar la reforma del Estatut responde a la estrategia del PP de marcar su posición en esta materia y posicionarse respecto a otras reformas estatutarias como la catalana, donde sus votos no son imprescindibles.

El portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Antoni Such, expresó ayer su sorpresa porque el PP haya defendido ya tres calendarios de trabajo diferentes para la ponencia de estudio de reforma del Estatut. "Primero los populares votaron el calendario propuesto en la comisión parlamentaria, que establece que los trabajos tendrán lugar hasta finales de junio; luego el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, insistió en que la reforma debía presentarse en el Congreso de los Diputados el 9 de marzo; y ahora Serafín Castellano está dispuesto a ampliar ese plazo unas semanas más, hasta abril", prosiguió Such, "si quieren cambiar el calendario lo lógico es que se reúna la comisión parlamentaria para hacer la propuesta y explicar las razones de la misma".

Para el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, la "terrible prisa" del PP por acabar con la reforma estatutaria sólo se explica porque quiere debatirla en el Parlamento antes que Cataluña.

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Ribó se mostró profundamente preocupado por el proceso para modificar el Estatut no puede estar condicionado por "la reforma de ningún otro estatuto, sea el de Cataluña, Andalucía o el País Vasco". En este sentido, el portavoz de Esquerra Unida aseguró que el tiempo necesario para esa reforma "lo hemos de marcar desde aquí" y reclamó que se haga "una reforma en profundidad, posibilidad que, a su juicio, el PP no se quiere plantear".

El dirigente de Esquerra Unida consideró imprescindible que en el título primero del Estatut se plantee "la reforma de elementos de identidad para que éste sea un Estatut de todos y no sólo de la derecha, en el que se puedan sentir representados la derecha, el centro y la izquierda de este país".

Para Joan Ribó, en este momento, "desgraciadamente, el Estatut es un texto hecho y pensado desde la derecha y mucha gente se siente ajena al mismo". Por ello solicitó una reforma en profundidad y para todos. Asimismo, Ribó manifestó que cuando los populares dicen que tienen ya una reforma del Estatuto, en EU-L'Entesa hemos de preguntar "con quién la han consensuado, porque desde luego con nosotros no y pensamos que no lo han hecho con nadie".

La realidad europea

Una de las cuestiones que tendrá que abordar la reforma del Estatut es su adecuación a la nueva realidad política de la UE, no prevista por los legisladores en 1982. Ayer, la consejera de Cooperación y Participación, Gema Amor, evidenció que la realidad europea no tiene marcha atrás y que cada vez tiene mayor peso en las políticas regionales. Así, en la Conferencia para Asuntos Relacionados con las Comunidades Europeas, presidida por el ministro de Administraciones Públicas, el valenciano Jordi Sevilla, el Gobierno aceptó las reivindicaciones planteadas por Amor y el resto de consejeros del PP. Unas reivindicaciones que consistían en que el representante de las autonomías en las negociaciones Gobierno-UE se designe en la conferencia sectorial del ramo afectado; que no se excluya a las autonomías de ningún asunto que les afecte y que la coordinación Gobierno-autonomías la ejerzan dos altos funcionarios (uno a propuesta del PSOE y otro del PP).

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