El relato de los hechos se podrá usar como prueba
El relato de hechos que la fiscal realizó en sus alegaciones contra el menor G. M. V. quedará como hechos probados en la sentencia que dicte el juez José María Vázquez Honrubia. Y podrá ser esgrimida como una evidencia más en el juicio contra los presuntos autores del 11-M. El relato, de ocho folios, señala entre otras cosas que el menor se convirtió en la persona de confianza del ex minero José Emilio Suárez Trashorras con el que colaboraba en la distribución de hachís.
A principios de enero de 2004, el menor acompañó a Suárez a la estación de autobuses de Oviedo para recoger a Sergio Álvarez y así supo que Suárez estaba robando explosivos y facilitándoselos a personas procedentes del Magreb. Álvarez regresaba de Madrid, adonde había transportado una mochila con explosivos.
En febrero, el menor accedió a la propuesta de Suárez de trasladar otra mochila con unos 20 kilos de dinamita al grupo de magrebíes que facilitaban el hachís. En Madrid, entregó la dinamita a Jamal Ahmidan, al que él había conocido en Avilés (Asturias) con el apodo de Mowgli. A su regreso, Suárez le pagó algo más de 1.000 euros por sus servicios.
El 28 de febrero por la tarde, Suárez, y tres magrebíes Jamal Ahmidan, Mowgli, Abdennabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha fueron a buscarle y todos se dirigieron a la Mina Conchita. Suárez y Ahmidan fueron andando hacia el monte y el menor se quedó con los magrebíes durante unos tres cuartos de hora. A su regreso, el menor oyó como Suárez decía a Ahmidan que no se olvidara de coger los tornillos (que se usan como metralla), que estaban unos 15 metros más adelante. Los explosivos fueron utilizados para los atentados del 11-M. Cuando el menor se enteró de los atentados comentó que habían sido realizados "por los moros, con esto de aquí". Suárez dijo: "Menudo la que armó Mowgli", apodo de Jamal Ahmidan.
