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NUTRICIÓN

Un estudio alerta sobre el efecto adverso de un exceso de vitamina E

Quienes toman dosis elevadas de vitamina E para mejorar su salud, quizá no estén obteniendo ningún beneficio e incluso podrían aumentar ligeramente el riesgo de fallecer antes, según se desprende de una revisión de los estudios publicados al respecto. El efecto adverso, en todo caso, sería muy pequeño, pero hay expertos no relacionados con la industria de las vitaminas que no están convencidos de que haya quedado demostrado. La sospecha surgió cuando los investigadores reunieron los datos de 19 ensayos clínicos con un total de 135.967 participantes. La conclusión era que había 39 muertes adicionales por cada 10.000 personas que tomaban dosis de vitamina E superiores a 400 unidades internacionales diarias. La cantidad diaria recomendada de vitamina E es de 20 unidades internacionales diarias, y la dosis de una pastilla multivitamínica es de unas 30 unidades. Hay consumidores que toman dosis mucho más elevadas porque piensan que, a dosis altas, la vitamina actúa como un fármaco protector.

El nuevo estudio, realizado por Edgar R. Miller III, epidemiólogo de la Universidad Johns Hopkins, se publicará el 4 de enero en The Annals of Internal Medicine. Miller presentó los datos la semana pasada en el congreso anual de la American Heart Association.

Algunos expertos en nutrición afirman que los resultados han sido desconcertantes, porque la vitamina E se usa generalmente con la esperanza de que actúe como antioxidante y prevenga enfermedades cardiovasculares, cáncer, Alzheimer, e incluso el resfriado común. "La hipótesis a priori sería que los antioxidantes son protectores, pero no ha habido pruebas de ello, y sí un indicio de que, en determinadas condiciones, pueden perjudicar", afirma Miller.

"Es posible que tengan razón, pero como estadístico este artículo no me parece convincente", afirma David Freedman, de la Universidad de California, en Berkeley. "De todos modos, personalmente no la recomendaría a grandes dosis". James Robins, estadístico de Harvard, reaccionó de manera similar. "Quizá tengan razón, pero de alguna manera lo han exagerado estadísticamente", afirma. "Es cierto que no hay pruebas de que las dosis bajas sean útiles y las altas pueden resultar perjudiciales. Yo no le recomendaría a nadie que tomara esas cosas, pero no se puede considerar que se trate de pruebas contundentes".

Benjamín Caballero, director del Centro para Nutrición Humana de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, sostiene: "Las pruebas para cualquier suplemento vitamínico, especialmente de vitamina E, no son tan sencillas. Esta idea que la gente tiene de que si no tiene efecto positivo, al menos no hará daño, quizá no sea tan cierta".

© The New York Times

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